Ciencia

¿Movilidad en transporte con aceite usado de cocina? Sí, es posible

“Me siento más confiado que nunca, de que el poder para salvar al planeta, descansa en el consumidor individual”, Denis Hayes.

Un ingrediente indispensable de la cocina es el aceite para freír alimentos. En México hay muchos platillos que requieren el uso de aceite para su preparación. De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en el 2022 el aceite comestible fue uno de los productos que incrementó su precio en mayor proporción dentro de la canasta básica alimentaria.

La necesidad de ahorro económico y en otros casos, la costumbre transmitida de generación en generación, han ocasionado que muchas familias y establecimientos de comida reutilicen el aceite y cocinen con el aceite quemado, aunque tenga un tono oscuro.

En nuestro país, 3 de cada 10 personas reutilizan el aceite para cocinar, de acuerdo con datos de la Procuraduría Federal del Consumidor  (Profeco). En el 2019 el consumo por individuo de aceite para cocinar fue de 10 litros por año, siendo el más utilizado el aceite de soya. Los aceites de cocina pierden sus propiedades cuando son sometidos a altas temperaturas. Los ácidos grasos de los aceites se convierten en compuestos tóxicos que se han relacionado con algunos tipos de cáncer, enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson y Alzheimer. Los expertos en salud recomiendan que el aceite de cocina se use una sola vez, cuidando con ello nuestra salud.

El aceite de cocina usado tiene que ser desechado. Muchas personas lo tiran en el fregadero, coladeras, en el suelo, etc. Estas prácticas generan problemas a las tuberías de las casas, como obstrucción de estas, malos olores, favorece la presencia de fauna nociva (ratas, cucarachas, etc.). En la red de drenaje se pueden generar obstrucciones que reducen la capacidad del caudal, generando inundaciones en época de lluvias. Los aceites de cocina vertidos al drenaje también dañan las plantas de tratamiento de aguas residuales, contaminan los acuíferos y el suelo.

Pero, ¿qué podemos hacer entonces con el aceite de cocina usado? Lo primero es dejarlo enfriar y después colocarlo en una botella de PET con tapa, cuando esté llena, llévalo a un centro de acopio.

¿Sabías que en México y en el mundo se está produciendo biodiésel a partir del aceite de cocina quemado?

Sí, éste es un excelente uso para el aceite que le permite ser sustentable y generar un combustible amigable con el medio ambiente. Resulta que por cada litro reciclado de aceite de cocina usado, se puede producir aproximadamente un litro de biodiésel, y esto evita que se contamine aproximadamente mil litros de agua.

En México, el sector hotelero y restaurantero se está sumando poco a poco a esta iniciativa y algunas empresas mexicanas de base tecnológica están llevando a cabo este  proceso y usando el biodiésel en transporte de carga. Lo que se desea es que como ciudadanos responsables, cuidemos nuestra salud y permitamos que el aceite quemado de cocina pueda ser un biocombustible del futuro.

Si tienes alguna duda de cómo comenzar a contribuir en el proceso de producción de biocombustibles a partir del aceite usado, puedes acercarte al Instituto de Energías Renovables de la UNAM, en donde podremos brindarte información sobre estas nuevas tecnologías, así como para indicar las empresas VABKES, que tenemos ubicadas, y que se dedican al proceso de conversión de aceite usado, en productos con valor agregado, como pueden ser el biodiésel.

Sergio A. Gamboa | Instituto de Energías Renovables-UNAM | sags@ier.unam.mx

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