Datos de los satélites Swift de la NASA y el XMM-Newton de la Agencia Espacial Europea (ESA), han ofrecido nueva evidencia de la existencia de dos agujeros negros supermasivos cercanos en el centro de una galaxia normal.
Estos dos agujeros negros se descubrieron porque destrozaron una estrella, produciendo una emisión incandescente de Rayos X, que fue vista por Swift y XMM-Newton.
Es el segundo evento de disrupción de marea estelar por un candidato binario de agujero negro supermasivo conocido hasta la fecha, lo que implica fuertemente que tal fenómeno puede no ser tan raro como se pensaba.
El descubrimiento proporciona la prueba irrefutable de que las galaxias crecen a través de fusiones, y las galaxias más masivas del Universo albergan al menos un agujero negro supermasivo en su centro”, informó la Academia de Ciencias de China.
El estudio fue realizado por investigadores de la Universidad Normal de Anhui, el Observatorio Nacional de Astronomía de China (NAOC), la Universidad de Ciencia y Tecnología de China (USTC), la Universidad de Guangzhou, el Observatorio Astronómico de Shanghai, la Universidad Sun Yat-Sen y Universidad de Pekín.
Un transitorio óptico brillante, llamado OGLE16aaa, se detectó el 2 de enero de 2016, que coincidió con el núcleo de una galaxia normal.
Después del estallido óptico, Swift lo observó con frecuencia, pero no detectó Rayos X durante al menos 140 días.
Entre los días 141 y 153 desde el pico óptico, los Rayos X aparecieron y fueron capturados por Swift y XMM-Newton con un brillo en el flujo por un factor de más de 60.
Pero las observaciones de seguimiento de Swift mostraron algo notable: el flujo de Rayos X de este evento parece desaparecer durante algún tiempo después del inicio de la llamarada.
Lo más sorprendente es que, unos 150 días después, reaparecieron sus Rayos X.
Luego, los Rayos X cayeron por debajo de los niveles detectables y volvieron a aparecer después de otros 150 días.