Las órbitas casi circulares y en el plano ecuatorial de las dos lunas de Marte, Fobos y Deimos, pueden indicar que ambas forman parte de un mismo cuerpo original.
Dada su forma irregular y no esférica como nuestra Luna, se ha planteado que podrían ser asteroides capturados en el campo de gravedad de Marte.
Pero en ese caso, se esperaría que los objetos capturados siguieran una órbita excéntrica alrededor del planeta y esa órbita tendría una inclinación aleatoria.
La idea era rastrear las órbitas y sus cambios en el pasado. Esto significa que es muy probable que las lunas estuvieran en el mismo lugar y, por lo tanto, tengan el mismo origen”, dijo Amir Khan, científico principal del Instituto de Física de la Universidad de Zúrich y del Instituto de Geofísica de la ETH de Zúrich.
Al final resultó que, las órbitas de Fobos y Deimos parecían haberse cruzado en el pasado.
Su trabajo concluye que un cuerpo celeste más grande estuvo orbitando Marte.
Esta luna original probablemente fue golpeada por otro cuerpo y se desintegró como resultado.
Si bien son fáciles de seguir, estas conclusiones requirieron un extenso trabajo preliminar.
Primero, los investigadores tuvieron que refinar la teoría existente que describe la interacción entre las lunas y Marte.
Todos los cuerpos celestes ejercen fuerzas de marea unos sobre otros”, indicó Amir Khan.
Estas fuerzas conducen a una forma de conversión de energía conocida como disipación, cuya escala depende del tamaño de los cuerpos, su composición interior y no menos importante de las distancias entre ellos.
Marte está siendo explorado actualmente por la misión InSight de la NASA, con la participación de ETH Zurich, la electrónica del sismómetro de la misión, que registra terremotos y posiblemente impactos de meteoritos.