Ciencia

NASA descubre que volcán de Tonga arrojó vapor de agua equivalente a 58 albercas

La NASA reveló que en total 146 mil toneladas métricas de vapor de agua habían ingresado a la estratósfera tras la erupción del volcán.

El volcán submarino Hunga Tonga-Hunga Ha’apai entró en erupción y arrojó vapor de agua equivalente a unas 58 mil albercas olímpicas a la atmósfera de la Tierra, según un nuevo estudio.

El vapor de agua, detalla el estudio, puede terminar siendo la parte más destructiva de un volcán, pues  agrava el calentamiento global y al mismo tiempo agotar la capa de ozono.

Este nuevo estudio utiliza datos recopilados por el satélite Aura de la NASA para evaluar la cantidad de agua que fue empujada a la estratósfera, la segunda capa de la atmósfera, que se empieza entre los seis y 20 kilómetros, hasta los 50 kilómetros.

Sus resultados revelaron que en total 146 mil toneladas métricas de vapor de agua habían ingresado a la estratósfera tras la erupción del volcán, llegando incluso a 53 kilómetros de altura, hasta la mesosfera, convirtiéndose en la inyección de agua más grande y alta en esta capa desde que se comenzaron a tomar medidas.

“El exceso de vapor de agua equivale a aproximadamente 10% de la cantidad que normalmente reside en la atmósfera y puede permanecer allí aproximadamente media década, aunque por la forma de la explosión que inició debajo del océano, no sorprende este resultado”, dicen los investigadores, aunque sí fue mayor a lo que se esperaba.

 

NASA

La erupción de Tonga produjo bajos niveles de dióxido de azufre en comparación a otras explosiones similares y la mayor parte de sus cenizas cayeron rápidamente al suelo, por lo que las estimaciones iniciales apuntaron a que tendría poco efecto en el clima.

Sin embargo, los estudios iniciales se basaron en la cantidad de cenizas y gases emitidas por el volcán, y no consideraron el exceso de vapor de agua, que podría tener un efecto contrario y calentar la atmósfera, tal como sucede con los gases de efecto invernadero.

Además, como es más probable que el agua permanezca más tiempo que los gases volcánicos, que normalmente caen de la atmósfera en dos o tres años, el efecto de calentamiento durará más que cualquiera de enfriamiento, convirtiendo así la explosión del Tonga en la primera erupción registrada en causar este tipo de comportamiento.

El aumento tan fuerte en el vapor de agua podría disminuir la cantidad de ozono en la estratósfera, debilitante la capa de ozono que protege a la Tierra de la radiación ultravioleta del Sol, pues al descomponerse en iones OH (Oxígeno e Hidrógeno), el agua reacciona con el ozono, aunque no está claro exactamente la forma en que la afectará completamente.

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