Menos de seis semanas después de su inicio, la construcción por el rover Perseverance de la NASA del primer depósito de muestras en otro mundo ha finalizado.
Los controladores de la misión en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, en el sur de California, confirmaron que este 30 de enero que el vehículo explorador había dejado caer con éxito el décimo y último tubo previsto para el depósito.
Este importante hito supuso una planificación y navegación de precisión para garantizar que los tubos pudieran ser recuperados de forma segura en el futuro por la campaña de Retorno de Muestras de Marte NASA-ESA, cuyo objetivo es traer muestras de Marte a la Tierra para estudiarlas más de cerca.
A lo largo de sus campañas científicas, el rover ha ido tomando un par de muestras de rocas que el equipo de la misión considera científicamente significativas. Una muestra de cada par tomado hasta ahora se encuentra ahora en el depósito cuidadosamente dispuesto en la región de “Three Forks” del cráter Jezero, informa la NASA.
And that's 🔟!
— NASA's Perseverance Mars Rover (@NASAPersevere) January 30, 2023
With a final tube drop, I’ve completed the diverse backup set of samples I’m setting down. Future #MarsSampleReturn robots could come for these, or if all goes well, I’ll have lots more fascinating stuff in hand when they get here.
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Las muestras del depósito servirán de reserva mientras la otra mitad permanece en el interior del Perseverance, que sería el medio principal para transportar las muestras a un Sample Retrieval Lander como parte de la campaña.
Las y los científicos de la misión creen que los núcleos de rocas ígneas y sedimentarias proporcionan una excelente sección transversal de los procesos geológicos que tuvieron lugar en Jezero poco después de la formación del cráter hace casi 4 mil millones de años.
El rover también depositó una muestra atmosférica y lo que se denomina un tubo “testigo”, que se utiliza para determinar si las muestras que se recogen podrían estar contaminadas con materiales que viajaron con el rover desde la Tierra.
Los tubos de titanio se depositaron en la superficie siguiendo un intrincado patrón en zigzag, con cada muestra separada entre sí entre 5 y 15 metros para garantizar que pudieran recuperarse de forma segura.
Además del tiempo necesario para crear el depósito, el equipo tuvo que trazar con precisión la ubicación de cada combinación de tubo y guante (adaptador) de 18.6 centímetros de longitud para poder encontrar las muestras aunque estuvieran cubiertas de polvo.
El depósito se encuentra en un terreno llano, cerca de la base del antiguo delta fluvial en forma de abanico que se formó hace mucho tiempo cuando un río desembocó en un lago.