Ciencia

Nuestros pulgares se remontan a 2 millones de años

Un grupo de investigadores analiza la biomecánica y la eficiencia del pulgar en diferentes especies humanas fósiles utilizando modelos de músculos virtuales.

Han obtenido nuevos conocimientos sobre cuándo surgieron estas habilidades y lo que han significado para el desarrollo de una cultura humana más compleja.

Los hallazgos, que publican en la revista Current Biology, sugieren que un aspecto fundamental de la oposición del pulgar humano apareció hace aproximadamente 2 millones de años y no se encontró en los primeros fabricantes de herramientas de piedra propuestos.

A pesar de las ideas sobre la importancia de la evolución del pulgar en el uso y desarrollo de herramientas, quedan dudas sobre cuándo surgieron exactamente la destreza manual similar a la humana y el uso eficiente del pulgar, y qué especie de homínido fue la primera en tener esta capacidad.

Los intentos anteriores de estudiar la evolución de la destreza del pulgar se habían basado en comparaciones entre la anatomía esquelética de los humanos modernos y las especies de homínidos anteriores.

La suposición era que las similitudes en los restos óseos con la forma humana podrían tomarse como evidencia de destreza.

En el nuevo estudio el equipo dirigido por Harvati adoptó un enfoque nuevo y más completo.

 

Nuestra metodología integra el modelado de músculos virtuales de vanguardia con un análisis tridimensional de la forma y el tamaño del hueso”, explicó el primer autor y experto en biomecánica manual, Alexandros Karakostis.

Al aplicar este nuevo enfoque para responder a la pregunta, los investigadores demostraron que la eficiencia y la destreza del pulgar habían aumentado de manera significativa en los homínidos que vivieron hace 2 millones de años en Sudáfrica.

Al mismo tiempo, encontraron que el grado de esta destreza era consistentemente más bajo en las primeras especies propuestas para la fabricación de herramientas, los Australopitecinos.

Eso incluye la especie Australopithecus sediba, que también data de hace aproximadamente 2 millones de años.

Eso es resaltable, apuntan los investigadores, porque se había sugerido previamente que las proporciones del pulgar humano del ‘A. sediba’ reflejaban las capacidades de fabricación de herramientas.

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