Desde hace un mes y durante los próximos cinco años, los océanos del planeta, desde el Pacífico norte, hasta el Índico serán estudiados día y noche por una flota de 500 robots submarinos.
Forman parte del “Arreglo Global para la Bioquímica Oceánica”, iniciativa que optó por usar Inteligencia Artificial para obtener datos de la salud de los mares.
Hoy la mayoría de los monitoreos de los océanos requieren a personal en barcos que salgan a colectar muestras, esto significa recorrer grandes áreas a las que los barcos frecuentan una sola vez en una década.
Hasta antes de este proyecto, la mayoría de las expediciones de monitoreo ocurrían solo durante verano, con buenas condiciones de navegación; pero ahora la captura de datos puede ser permanente.
Estoy convencido de que tenemos que hacer un mejor trabajo para observar los océanos y esto requiere robots que puedan permanecer ahí. Los robots, los sistemas robóticos son la respuesta para monitorear una gran parte de los ecosistemas en el planeta”, expresó Ken Johnson, director de Arreglo Global de Bioquímica Oceánica.
Cada robot está equipado con sensores capaces de operar hasta a dos kilómetros de profundidad.
Están diseñados para monitorear el metabolismo de los océanos, niveles de acidez, salinidad, rango de producción de oxígeno, así como los nutrientes orgánicos presentes en el agua que permiten el desarrollo de la vida marina; información que transmiten vía satélite.
Los datos que recolectamos siempre se están añadiendo e incrementan con el tiempo. No esperamos resultados increíbles de un día para otro, ni siquiera los obtenemos de un año para otro, sino con el paso de los años; la información se añade a grandes modelos y estos modelos nos van a dar resultados mucho más precisos”, dijo George Matsumoto, biólogo marino.
La información que genere este proyecto estará disponible de manera gratuita para centros de investigación y universidades.