La
Agencia Espacial Mexicana (AEM) informó que desarrollarán un observatorio que permitirá estudiar el ciclo del carbón y el cambio climático.
Se trata de un proyecto conjunto con la
Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y la
NASA.
El director general de AEM, Salvador Landeros Ayala, y el rector de la UNAM, Enrique Graue Wiechers, informaron que este 2022 se comenzará con este proyecto que será denominado como “
Observatorio Mexicano del Clima y la Composición Atmosférica” (
OMECCA), una estación terrena de datos que se conectará al satélite GeoCarb (
Geostationary Carbon Cycle Observatory) de la NASA.
“Se considera que el cambio climático será el próximo reto compartido de la humanidad, por lo que es primordial, y un orgullo, poder estar iniciando este nuevo proyecto con el gran talento de la UNAM, que pone cada vez más alto el nombre de nuestro país”, destacó Landeros Ayala.
Por su parte, el rector de la UNAM detalló que este proyecto es el primero de su tipo, una misión de ciencia de la Tierra que estará basada y alimentada de información desde el satélite GeoCarb, denominado
“Geoestacionario” por su órbita, ubicada a 36 mil kilómetros de la Tierra aproximadamente.
El proyecto, dijo, contará con el apoyo y la participación de expertos adscritos a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
En el aspecto técnico, la
AEM señaló que el observatorio proporcionará, con detalles sin precedente, un número récord de datos gases como dióxido de carbono, metano y monóxido de carbón en la atmósfera, con lo que los científicos podrán estudiar el cambio climático y monitorear fenómenos como el
“estrés del ecosistema” en el planeta.
La importancia de la comprensión del ciclo del carbono en la Tierra es muy grande, ya que los gases de carbono en la atmósfera son esenciales para el crecimiento de las plantas y otras especies. Tanto en la tierra como en el océano, así como también son responsables del crecimiento de la vegetación, a través de la fotosíntesis indicó.
Asimismo, señaló que los gases de carbono, también llamados de efecto invernadero, contribuyen a regular la temperatura de la Tierra absorbiendo la radicación solar en procesos que aún no se comprenden a cabalidad.
“El proyecto dará datos para estudiar la correlación del cambio climático con el aumento en frecuencia e intensidad de fenómenos que amenazan la población”, puntualizó.