Ciencia

Pandemia acelera la telemedicina

La palabra telemedicina la acuñaron Alain Minc y Simon Nora, en los años setenta. La idea es muy sencilla, usar la tecnología para hacer medicina a lo lejos, desde el uso de un celular o a una cirugía robótica a distancia.

Al leer un diagnóstico en computadora da igual si el médico y el paciente se encuentran en la misma habitación o a cien kilómetros de distancia. La pandemia de COVID-19 ha acelerado su uso permitiendo la atención médica aún en cuarentena, pero también han surgido nuevos problemas y retos.

Tal vez hasta hace muy poco, la Secretaría de Salud de Nuevo León era la que lideraba esta forma de atención médica con decenas de centros interconectados a lo largo del estado.

Pero la pandemia de COVID-19 ha acelerado su implementación de formas inimaginables. Algunos datos indican un incremento de 700% de las consultas a distancia.

Por ejemplo, médicos del hospital Shriners de Ciudad de México, especializado en ortopedia infantil están atendiendo pacientes en la Península de Yucatán.

En un reciente artículo, médicos del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, dieron a conocer que atendieron a decenas de pacientes de cáncer mediante video conferencias. Pero también hay inconvenientes.

Las consultas internacionales se han disparado volviendo obsoletas las licencias médicas y las implicaciones legales, la calidad de conexión puede afectar diagnósticos, o dejar fuera a millones de personas que no tienen internet.

Los problemas de privacidad y la posibilidad de robo de datos médicos ya se han dado y el riesgo es ahora mucho mayor.

En 2021, se definirá el rumbo, de la medicina a distancia en México.

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