Taiwán acusó este miércoles a China de obstruir sus esfuerzos para obtener las vacunas Pfizer/BioNTech, en tanto la isla combate un aumento de casos de COVID-19 con una lenta campaña de vacunación.
La presidenta Tsai Ing-wen acusó explícitamente a China de poner obstáculos a la obtención de dosis de la vacuna desarrollada por los laboratorios estadounidense Pfizer y alemán BioNTech.
Habíamos casi finalizado la firma del contrato con el fabricante alemán, pero ahora todo se retrasa porque China intervino”, afirmó Tsai.
Las autoridades taiwanesas no especificaron las razones por las cuales China obstaculiza la obtención de estas vacunas.
El distribuidor de Pfizer/BioNTech para la región de China -que comprende Taiwán-, es Fosun Pharma, empresa con sede en Shanghái.
Taipéi insistió en tratar solamente con la sociedad alemana directamente.
Sólo comprando las vacunas al fabricante original es que podemos obtener garantías directas de calidad y seguridad, y así evitar un doble riesgo, jurídico y político”, señaló Tsai.
El portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores chino, Zhao Lijian, declaró este miércoles que “el acceso de Taiwán a las vacunas procedentes desde el continente es fluido”, para luego añadir: “no reconocemos a esta supuesta presidenta, ella es sólo la dirigente de una región de China”.
Taiwán, con 23.5 millones de habitantes, hasta ahora sólo ha recibido 726 mil de la vacuna de AstraZeneca, mediante el mecanismo mundial Covax y el fabricante.