El pelaje naranja de los gatos ha sido un misterio que intriga a científicos y amantes de los animales por igual.
Ahora, un grupo de genetistas ha identificado el mecanismo detrás de esta coloración, un descubrimiento que no solo resuelve un enigma de larga data, sino que también amplía nuestra comprensión de la genética felina.
El gen detrás del color naranja
Contrario a lo que se pensaba, los gatos anaranjados no presentan mutaciones en el gen Mc1r, encargado de regular los pigmentos en otros mamíferos.
En su lugar, los investigadores dirigidos por Greg Barsh, de la Universidad de Stanford, identificaron una deleción genética de 5,1 kilobases en un intrón del gen ARHGAP36, ubicado en el cromosoma X.
Esta deleción no altera directamente la estructura de la proteína ARHGAP36, pero sí afecta su regulación, aumentando su expresión y modificando la producción de pigmentos en el pelaje. Esto transforma la eumelanina (pigmento negro-marrón) en feomelanina (pigmento naranja), responsable del característico tono de estos felinos.
Color y genética en mosaico
En las gatas, el fenómeno conocido como inactivación del cromosoma X (XCI) contribuye a la distribución aleatoria de colores en el pelaje.
Al tener dos cromosomas X, cada célula elige uno para inactivarse, lo que genera patrones multicolores en hembras de pelaje calicó (parches blancos, naranjas y negros) o carey (mezcla de naranja y negro).
Los machos, al poseer solo un cromosoma X, presentan pelajes de color sólido, como el naranja, salvo en casos excepcionales de anomalías genéticas como el quimerismo o la aneuploidía.
Implicaciones científicas
El hallazgo, confirmado por equipos independientes en Estados Unidos y Japón, no solo explica la coloración naranja en gatos domésticos y salvajes, sino que también tiene implicaciones más amplias.
La doctora Leslie Lyons, de la Universidad de Missouri, subraya que los gatos domésticos son modelos ideales para estudiar la función genética debido a su diversidad fenotípica.
Además, el gen ARHGAP36 podría tener un papel importante en otros procesos biológicos, abriendo nuevas avenidas para investigar enfermedades como el cáncer y trastornos del desarrollo.
Descubrimiento que trasciende el pelaje
Este avance marca un antes y un después en la genética felina y en nuestra comprensión de cómo los genes regulan pigmentos en los mamíferos.
Como señala el doctor Barsh, “la deleción de ARHGAP36 no solo aumenta su actividad, sino que redefine nuestra perspectiva sobre la regulación genética”.
Así, los gatos naranjas no solo son adorables compañeros, sino también una ventana al fascinante mundo de la biología molecular.