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¿Por qué los anillos de Saturno tienen una apariencia “joven”?

Un estudio apunta que los anillos de Saturno quizás no sean tan jóvenes y su apariencia brillante se deba a un mecanismo de protección.

Los anillos de Saturno quizás no sean tan jóvenes como se pensaba y su apariencia brillante podría deberse a un mecanismo que evita que se oscurezcan a pesar del impacto de los micrometeoritos, según un estudio publicado en Nature Geoscience.

Saturno, gigante gaseoso del sistema solar, nació junto con los demás planetas hace más de 4 mil millones de años, sin embargo, sus anillos tendrían solo entre 100 y 400 millones de años, detalla la investigación.

Estas estimaciones, menciona, se basan principalmente en el hecho de que los anillos mantienen un alto poder reflectante, a pesar de ser constantemente bombardeados por micrometeoritos que, en teoría, deberían eventualmente opacar su brillo.

Tal bombardeo fue medido con precisión por la sonda Cassini-Huygens, que pasó 13 días en órbita alrededor de Saturno, hasta 2017.

“Una de las principales conclusiones es que los anillos deberían ser jóvenes porque no parecen estar muy contaminados”, dijo el investigador postdoctoral del Instituto de Física del Globo de París y coautor del estudio, Gustavo Madeira.

Los anillos, apunta el estudio, forman un disco delgado, compuesto principalmente de hielo de agua y en menor medida de minerales. Los círculos concéntricos se extienden hasta más de 100 mil kilómetros del planeta.

¿Anillos con juventud eterna?

Ryuki Hyodo, investigador del Instituto de Ciencias de Tokio y quien también lidero el estudio, sugirió que “la juventud aparente de los anillos de Saturno se debe a una resistencia a la contaminación, más que a una etapa joven de su formación”.

Para comprobar lo anterior, Hyodo, junto con un grupo de investigadores pusieron en practica un modelo que simula el impacto de los micrometeoritos en los fragmentos de hielo o sílice de los anillos.

En esta prueba, la velocidad de las partículas es de más de 100 mil kilómetros por hora, por lo que el choque genera suficiente energía para vaporizar, tanto el micrometeorito, como una parte de su objetivo.

FOTO: NATURE GEOSCIENCE

Las nanopartículas resultantes del impacto no permanecen en los anillos, sino que son expulsadas gracias a la acción del campo magnético del planeta y luego capturadas en su atmósfera o lanzadas al espacio.

FOTO: NATURE GEOSCIENCE

Este fenómeno permite proteger a los anillos de la contaminación por micrometeoritos y conservar una especie de juventud eterna, sin embargo, el problema sigue siendo que no se conoce la composición inicial de los anillos de Saturno en el momento de su formación, señaló Gustavo Madeira.

“Partimos de la suposición de que se trataba de hielo, pero en realidad no lo sabemos”, añadió.

Los planetólogos especulan que los anillos podrían provenir de fragmentos de cometas, asteroides o incluso de antiguas lunas de Saturno. Esta falta de certeza hace que el debate sobre la edad de los anillos esté lejos de resolverse.

FOTO: NATURE GEOSCIENCE
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