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¿Por qué urge un cambio de paradigma en la producción ganadera?

La cría de animales en América Latina se modificó a partir de la colonización. Hasta ese momento, los pueblos originarios hacían un uso sustentable y eficiente de la tierra y fauna silvestre: cultivaban en un sistema de terrazas que abonaban con guano de aves marinas, usaban llamas y alpacas como animales de carga y producían lana y carne en un sistema de ganadería muy desarrollado. Consideraban a los animales silvestres un recurso valioso que debían ser cuidados y utilizados de forma racional.

La demanda y producción mundial de productos ganaderos avícolas, porcinos, bovinos y ovinos, están aumentando rápidamente debido al crecimiento poblacional. Esto hace que los productores modifiquen la cría ganadera extensiva e implementen una ganadería intensiva: la industrialización de la explotación ganadera.

Para ello, el ganado se encuentra generalmente estabulado, bajo condiciones artificiales, con el objetivo de incrementar la producción de carne y otros derivados animales como huevos, leche, lana, etc. en el menor tiempo posible. Estos sistemas ganaderos tienen impactos negativos significativos en lo social, en el ambiente y en la biodiversidad.

A su vez, la Ornanización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) expresa que la ganadería es la actividad humana que ocupa una mayor superficie de Tierra. La expansión de la producción ganadera es un factor fundamental en la deforestación, especialmente en América Latina donde se está produciendo la deforestación más intensa. Gran porcentaje de las tierras agrícolas son utilizadas para alimentar al ganado.

El sector ganadero también es responsable de la contaminación atmosférica por las emisiones de metano y óxidos nitroso, ambos gases de efecto invernadero. Estos se asocian a la alimentación de los animales y la gestión ambiental que se realiza sobre el estiércol derivado de este sistema de producción intensivo. Dicha actividad es responsable del 18% de las emisiones de gases de efecto invernadero; soreprendentemente mayor que el correspondiente a los medios de transporte.

 

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