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¿Qué es la lluvia ácida y por qué se produce?

FOTO: GALO CAÑAS/CUARTOSCURO.COM

Los volcanes en erupción o la actividad que está presentando el Popocatépetl, en estos momentos, puede liberar químicos a la atmósfera que originarían lluvia ácida, pero ¿qué es y cómo puede afectar a poblaciones cercanas?

De acuerdo con el Instituto de Investigaciones en Materiales, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la lluvia ácida se llega a generar por distintas vías, una de ellas es por los gases emanados de un volcán. Al dispersarse y entrar en contacto con la atmosfera se transforman en sulfato y ácido nítrico. Ambas particular contaminantes se adhieren a particulas de la lluvia. 

La precipitación, ya sea lluvia o granizo, tiene un nivel más ácido que el normal. Por ejemplo, la escala del PH (acidez) en la lluvia ácida es inferior a 5.6 unidades, es decir, de 1 a 6 es ácido, 7 es neutro, y de 8 a 14 alcalino. 

Los efectos pueden ser dañinos en los bosques, ya que descompone los nutrientes del suelo, contamina el agua de lagos y perjudica la vida marina. 

IMAGEN DE LA UNAM

¿Afecta a los humanos?

El contacto de la lluvia con la piel no supone un riesgo para la salud, pero es importante subrayar que los gases desprenden materiales como óxido de nitrógeno, dióxido y trióxido de azufre, mismos que sí pueden suponer un riesgo para las vías respiratorias, así lo indica la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).

Entre otros daños, produce la acidificación de lagos y arroyos con baja capacidad de amortiguamiento; los lagos que tienen PH entre 6 y 8 pueden mitigar mejor el efecto ácido de la lluvia.

La acidificación de los cuerpos de agua, dice Semarnat, tiene diversas consecuencias en los ecosistemas y, en particular en las redes tróficas: modifica la talla de los peces, lo que impacta a su vez en el éxito reproductivo y la abundancia de la aves que se alimentan de ellos. 

En cuanto a los ecosistemas terrestres, la lluvia ocasiona la lixiviación de los nutrimentos del suelo antes de que las plantas puedan aprovecharlos, provoca daños y alteraciones fotosintéticas en las hojas. 

Programa de monitoreo

A nivel nacional, enfatiza, no hay un programa de monitoreo específico para la lluvia ácida; sin embargo, en la década de los ochenta se realizaron las primeras investigaciones sobre su presencia, caracterización y efectos en la Zona Metropolitana del Valle de Méxio (ZMVM).

En 1987 comenzó su monitoreo sistematizado, pero es hasta 2001 que se consolidó la Red de Depósito Atmosférico (REDDA), y posteriormente se integró al Sistema de Monitoreo Atmosférico de la Ciudad de México (Simat).

Hasta el año 2006, la REDDA estaba formada por 16 estaciones de monitoreo distribuidas en las áreas urbana, rural y de conservación ecológica de toda la ZMVM. En estas estaciones se registra el PH y la concentración de iones presentes en la deposición húmeda.

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