En este mundo de gran dinamismo entre basta información, aplicaciones y redes sociales, es necesario que tomemos decisiones a cada instante, dependiendo de las necesidades que tenemos. Por ejemplo, debemos considerar a qué hora pasará el trasporte público, saber cuáles son las calles menos congestionadas para dirigirnos al trabajo o a la escuela, conocer cuáles son las gasolineras con mejores precios, pero que al mismo tiempo queden cerca de la casa, entre otras cosas.
Y aunque no lo pensamos como tal, usamos siempre la estadística. Pero ¿qué es?
Son matemáticas aplicadas y se refiere a la obtención, organización, análisis, interpretación y presentación de un conjunto de datos. Con base en la estadística podemos explicar y obtener una conclusión que nos ayude a tomar las mejores decisiones.
La estadística se utiliza en todas las áreas de la vida: en los deportes, la medicina, los negocios, las finanzas, la política, la ciencia, la sociología, la ecología, en los medios de comunicación, es decir, en prácticamente todas las actividades de la sociedad.
A nivel global, la estadística la encontramos en las plataformas de películas y series, los buscadores de metadatos, en las investigaciones médicas acerca de la eficacia de medicamentos, en economía para conocer los productos que más se consumen, en educación para conocer el nivel de estudios de la sociedad, entre otros ejemplos.
Actualmente, los seres humanos contamos con muchas aplicaciones digitales que nos permiten realizar el procesamiento de información en un tiempo mínimo. ¿Te suena conocido el contador de pasos, que indica el número de éstos para mantenernos saludables? Y, desde luego, en esa aplicación se encuentra el registro estadístico de los días anteriores.
En el área de la energía, la estadística también es muy valiosa, ya que podemos llegar a tener grandes ahorros económicos, disminuyendo nuestra huella de carbono con tan sólo realizar un reporte diario o mensual de la electricidad o gas que consumimos en la casa o el trabajo.
A ahorrar, a eso también nos ayuda la estadística. Economizar en la compra de la canasta básica, medicamentos y combustibles.
En tiempos donde los costos ambientales son cada vez más altos, resulta conveniente comparar precios y calidad de los productos.
En la estadística, las gráficas son de gran relevancia, ya que a nuestro cerebro le resulta más fácil procesar la información de manera visual, que aquella descrita en una lista de números secuenciados. De esta forma es más fácil comprender, analizar y tomar decisiones que nos ayuden a seguir haciendo lo que hacemos bien, o mejorar lo que estemos haciendo inadecuadamente.
Pero hay un detalle más.
¿Qué opinarías de regresar al uso de la libreta y el lápiz para apuntar los datos que nos sirvan en la toma de decisiones? El uso de la tecnología es importante y fundamental, ya que nos facilita mucho la vida, pero, en mi experiencia, no hay nada mejor que escribir los datos y dibujar una gráfica de su comportamiento.
Y no únicamente es mi percepción, existe un estudio científico publicado por Keita Umejima y otros en 2021, en el cual se demuestra que las personas que apuntan cosas en papel, en lugar de utilizar dispositivos electrónicos tales como las tabletas electrónicas o teléfonos inteligentes, recuerdan más tiempo la información por la activación de la memoria en el hipocampo. Además, se estimulan la creatividad, la imaginación, las áreas del lenguaje y el sentido espacial de las cosas.
Así que, aún en esta era digital, no estaría mal fomentar el mayor uso de la escritura utilizando papel y lápiz que en nuestros dispositivos electrónicos.
La idea es que todos los días podamos tomar las mejores decisiones con bases fundamentadas.
“Me lo contaron y lo olvidé. Lo vi y lo entendí. Lo hice y lo aprendí.”
Confucio.
Sergio A. Gamboa es investigador en el Instituto de Energías Renovables de la UNAM. sags@ier.unam.mx