Reino Unido, que organizará la Cumbre climática COP26 a finales de año, prometerá reducir en un 78% para 2035 sus emisiones de CO2 con respecto a los niveles de 1990, informó el martes la prensa.
Según medios británicos, el primer ministro Boris Johnson debe hacer este anuncio antes de una cumbre internacional sobre el clima propuesta por el presidente estadounidense Joe Biden, que debe marcar el regreso de Washington a la lucha contra el cambio climático tras la desvinculación de Donald Trump.
Este compromiso supondría un incremento del objetivo actual del Reino Unido de reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 68% para 2030 respecto a 1990, lo que ya se considera un proyecto ambicioso.
El Reino Unido pretende así predicar con el ejemplo a pocos meses de acoger en noviembre en la ciudad escocesa de Glasgow la gran conferencia de la ONU sobre el clima.
El gobierno de Johnson aspira a alcanzar la neutralidad de carbono en 2050, lo que implicará una gran transformación de la economía británica.
El Ministerio de Empresas, Energía y Estrategia Industrial afirmó que el ejecutivo hará un anuncio “en breve” y que sus objetivos “tendrán en cuenta los últimos consejos del comité (británico) sobre el cambio climático”.
Para reducir las emisiones de CO2, este organismo sugirió invertir en la renovación energética y en la construcción de edificios que consuman menos energía, desarrollar vehículos eléctricos y plantar árboles.
Pero el responsable de Empresas del opositor Partido Laborista, Ed Miliband, consideró que “no se puede confiar en que el gobierno haga coincidir la retórica con la realidad”.
“Este año, como anfitrión de la COP26, el Reino Unido tiene una responsabilidad especial de liderar el camino hacia un futuro más ecológico. Este gobierno no está a la altura”, opinó.