Unas 2 mil 500 focas muertas aparecieron en la costa del Mar Caspio, en la república rusa de Daguestán.
“En total, ya se ha inspeccionado un radio de entre 150 y 200 kilómetros”, declaró el jefe del Centro Ambiental del Caspio, Zaur Gapizov.
El funcionario no descarta que el número de animales muertos aún pueda incrementarse, ya que sus cuerpos llegan a la orilla por el fuerte oleaje.
“Ahora hay una tormenta en el mar, y lo que sucederá allí mañana no está claro“, indicó.
Al mismo tiempo, Gapizov subrayó que, hasta ahora, no se han encontrado pruebas de que el deceso de los mamíferos haya sido provocado por el hombre.
No se encontraron focas en redes ni sin piel. Los cuerpos están absolutamente enteros, y ya llevan dos semanas muertos dijo el funcionario.
Anteriormente, se informó de que los especialistas continúan explorando la costa caspia, en el territorio de toda la república.
Asimismo, ya se recogieron las muestras necesarias para determinar las causas de la muerte de las focas.
A su vez, el Ministerio de Recursos Naturales de Daguestán comunicó que durante las autopsias se realizó un análisis bacteriano detallado y unos estudios virológicos, incluido en los tejidos para buscar la presencia de COVID-19.
La teoría principal es que el deceso de los animales se debe a “factores naturales”.
“El estado de los órganos internos de las focas estudiadas no confirmó la hipótesis de su intoxicación con metales pesados o pesticidas”, informó el Ministerio.
Además, indicó que el hallazgo de focas muertas en la costa del Mar Caspio ocurre periódicamente cada pocos años. Los últimos casos de los que hay constancia se produjeron en 2012 y 2016.
Según el Centro de Protección de la Naturaleza del Caspio, el número total de focas del Caspio no supera 70 mil.
Estos mamíferos se consideran en peligro de extinción y están incluidos en la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.