Las muertes por consumo de opioides están aumentando en Estados Unidos a un ritmo desproporcionado, esto debido a la irrupción de un opioide sintético de relativa facilidad de adquisición y altamente adictivo, se trata del fentanilo. Sin embargo, pese a su súbita y masiva presencia en los medios de comunicación, su historia no es tan reciente como pudiera imaginarse.
Origen del opioide
Introducido hace más de medio siglo, el fentanilo es uno de los analgésicos más empleados quirúrgicamente, pero también uno de los de mayor uso para el control de dolor crónico intenso.
Desarrollado a partir de las investigaciones de Paul Janssen, el fundador y dueño original de la farmacéutica Janssen, quien buscaba crear un analgésico potente y de rápida acción, e irónicamente, menos adictivo que la morfina.
Fentanilo
El fentanilo es un opioide, es decir, una sustancia que se une a ciertas proteínas en las superficies de las células cerebrales, que en un momento de inspiración creativa, fueron llamadas receptores de opioide.
Estos receptores de opioides los tenemos por que normalmente producimos sustancias opioides que forman parte de una red de compuestos, como las endorfinas, que activan o silencian ciertas partes del cerebro.
Sin embargo, como es bien sabido, muchas plantas producen sustancias opioides, una de ellas, la morfina contenida en la sustancia llamada opio, un extracto de la amapola. Y de ahí su nombre. A diferencia de otros, el fentanilo se disuelve en grasas y por ello atraviesa las barreras protectoras del cerebro más fácilmente.
Eficaz y adictivo
Además, cada molécula de opioide se acopla a un receptor como una llave a una cerradura. Pero algunos lo hacen mejor. Este es el caso del fentanilo que embona casi a la perfección y por eso es altamente eficaz y adictivo. Los receptores se sobre cargan a gran velocidad, es decir, son ocupados rápidamente por el fentanilo ¿qué tan rápido? Tras ser inyectado comienza a tener efecto en un minuto.
Disponible en el mercado a fines de los sesenta, los primeros casos de sobredosis de fentanilo se dieron a inicios de los 70. Sin embargo, las muertes por adicción comenzaron a ser registradas sistemáticamente desde 2013, cuando aparecieron casos de heroína contaminada con fentanilo.
La dosis empleada en una cirugía menor es de 2 microgramos por cada kilo de peso, es decir, dos millonésimas de gramo.
La dosis mortal de fentanilo es de 2 a 3 miligramos, menos que una pizca de sal. Y de acuerdo con la Administración de Control de Drogas (DEA), dos de cada 5 pastillas decomisadas de fentanilo contienen una dosis mortal. En comparación, la dosis mortal de heroína es de 30 miligramos.
El Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) reportó que las muertes por fentanilo en Estados Unidos pasaron de 5.7 por cada cien mil habitantes en 2016 a 22 por cada 100 mil. Casi 67 mil muertes cada año.