La tecnología contribuye al monitoreo de nuestros océanos.
Se trata de herramientas que se pusieron en marcha para operar desde el espacio.
“Un cohete de Space X ya puso en órbita al satélite para topografía del océano y la superficie del agua, el Swot.
Es la herramienta más avanzada para monitorear con gran precisión toda el agua disponible en la superficie de nuestro planeta.
La misión Swot está diseñada para operar al menos durante tres años, tiempo suficiente para estudiar la mecánica hidrológica del planeta y las consecuencias que tiene el cambio climático sobre el agua’’, aseguró el Líder de Proyecto Swot de la NASA. Tamlin Pavelsky.
“Los satélites no duran para siempre, pero tres años de datos nos van a poder decir cuál es el estado del planeta justo ahora. Podremos observar tres ciclos, desde el invierno, primavera, verano y otoño. Esto nos va a decir cuál es el estado del planeta en este momento y es algo que nunca antes habíamos tenido’’, consideró el Líder de Proyecto Swot de la NASA. Tamlin Pavelsky.
Ciclo del agua -lagos, ríos y océanos- a escala global
Este nuevo satélite, que llegará a una altitud de 890 kilómetros, permitirá la observación en vivo del ciclo del agua -lagos, ríos y océanos- a escala global. Registrará los intercambios entre los inmensos depósitos que son los océanos y el agua que fluye en la Tierra, a través de la atmósfera.
Si bien hasta ahora solamente era posible observar unos pocos miles de lagos desde el espacio, SWOT podrá ver millones de esas reservas acuíferas, apenas a 250 metros de distancia.
El satélite también podrá observar casi todos los ríos de más de 100 metros de ancho, así como el volumen de agua que fluye por ellos.
En los océanos será posible detectar corrientes y remolinos hasta ahora invisibles. Y en las costas, observar los cambios provocados por la crecida de las aguas.
Desde un punto de vista científico, el SWOT debería ayudar a comprender mejor el cambio climático.
Sabemos que con el cambio climático, el ciclo del agua se está acelerando. Eso significa que algunos lugares tienen demasiada agua y otros no la suficiente. Vemos más sequías o inundaciones extremas. (…) Así que es importante entender exactamente lo que está pasando”, dijo el científico de la NASA Benjamin Hamlington.
Desde un punto de vista práctico, los datos recopilados permitirán a las comunidades locales prepararse mejor para afrontar esos acontecimientos y otros como la erosión costera.
La misión debería durar inicialmente tres años y medio, pero es muy posible que se extienda hasta cinco años, e incluso “muchos más años”, según Thierry Lafon, jefe del proyecto SWOT del CNES.