Serie de Fibonacci es la  sucesión infinita de números naturales

La famosa serie número de Fibonacci es llamada así por su descubridor Leonardo de Pisa, también conocido como Fibonacci, que significa hijo de Bonacci, como le llamaban a su padre.

Esta secuencia se crea sumando los dos números anteriores para obtener el siguiente, por ejemplo el tres  es la suma de uno y el dos; luego del tres seguiría el cinco. 

Al dividir cualquier número de la secuencia de Fibonacci por el anterior, por ejemplo, 55 entre 34, o 21 frente 13, el resultado siempre es cercano a 1.61803, el llamado número aureo o fi. 

A partir de la serie de Fibonacci, se construye el rectángulo dorado, en el que el lado más largo mide 1.618 veces de lado corto, por lo que este se puede dibujar una espiral que se encuentra en un sinfín de objetos naturales. Desde las caracolas marinas hasta las galaxias, pasado por girasoles u el desarrollo embrionario humano. 

Es la llamada Espiral Áurea, después llamada Espiral de Durero debido al artista alemán Alberto Durero, quien la diseñó en 1512 y que también vemos en obras de arte y arquitectura. 

Pero, Fibonacci también se encuentra el cuerpo humano, en los dedos de las manos, la longitud del metacarpo, el hueso va de la muñeca al inicio del dedo, es igual a la suma de las dos falanges que le siguen; y la longitud de la falange más cercana es la suma de las dos más lejanas. 

Cada vuelta completa la espiral del ADN mide 34 angstroms por 21 angstroms; 34 y 21 son números sucesivos de la serie de Fibonacci. 

Sin embargo, no a todo mundo considera buena la serie Fibonacci: en el mismo libro de 1202 en que describió la secuencia con su nombre, introdujo los números arábigos en lugar de los romanos que aún estaban en boga.

Hay quienes dicen que sin Fibonacci, al llegar a un bar, lanzaríamos dos dedos y nos darían cinco cervezas en lugar de dos.