Tras recorrer más de 480 millones de kilómetros en un viaje espacial, la sonda Perseverance, el robot explorador más sofisticado de la NASA, está por iniciar su descenso a la superficie de Marte. Su misión: buscar rastros de vida y estudiar el clima del planeta rojo.
Nuestros viajes habían sido para rastrear evidencias de agua, ver si el planeta fue habitable, o para encontrar químicos complejos; ahora estamos entrando a una nueva fase: colectar muestras y traerlas de regreso, una tarea aspiracional que ha implicado el trabajo de la comunidad científica por décadas”, explicó Thomas Zurbuchen, administrador asociado para Ciencia, de la NASA.
Para el amarizaje del Perseverance, la NASA eligió el cráter Jezero, de 50 kilómetros de diámetro y que se cree estuvo cubierto de agua hace 3 mil 500 millones de años; es el sitio ideal para rastrear evidencias de vida microbiana en ese planeta.
Una de las tareas más complicadas es descender sobre la superficie marciana; la sonda Perseverance entrará a la atmósfera del planeta rojo a una velocidad de 20 mil kilómetros por hora, con un margen de sólo siete minutos para completar la maniobra.
La sonda Perseverance tiene mejor capacidad de sensar dónde se encuentra, entonces usa un segundo mapa integrado mediante el que podemos direccionar un punto específico, y buscar esa área para encontrar el lugar más seguro sobre el que puede realizar el vuelo”, dijo por su parte Erisa Stilley, ingeniero de Descenso y Aterrizaje, Perseverance.
Los sensores a bordo le permitirán elegir el punto adecuado para el amarizaje de manera segura. Hasta ahora la NASA es la agencia espacial con más experiencia en descensos en Marte.