Investigadores del Instituto de Geofísica (IGf) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) han logrado obtener imágenes inéditas del interior del Popocatépetl, apoyados con una red de instrumentos sísmicos alrededor del volcán.
Mediante el entrenamiento de un sistema de inteligencia artificial (IA) para identificar pequeñas señales sísmicas generadas dentro de “Don Goyo”, realizan una tomografía de ruido ambiente en su interior.
Marco Calo, del Departamento de Vulcanología del IGf, y las doctorantes Leonarda I. Esquivel Mendiola y Karina Bernal Manzanilla explicaron que los métodos que usan son similares a las técnicas de radiografía médica. Sin embargo, en este caso, se obtiene una imagen de la estructura interna del volcán a partir de los cambios en las velocidades de las ondas sísmicas que viajan por su interior.
Se emplean dos métodos distintos: el primero es la interferometría sísmica, que usa el ruido sísmico ambiental; y el segundo es monitorear las señales de los pequeños temblores que ocurren dentro del volcán para los cuales usan la IA.
Esquivel Mendiola, estudiante de doctorado en Ciencias de la Tierra especializada en sismología, comentó que ya se cuenta con las primeras imágenes de la estructura interna del volcán hasta 10 kilómetros de profundidad (cinco sobre el nivel del mar y cinco debajo de éste).
“Vemos una imagen del edificio completo del volcán, cada punto indica la sismicidad, los colores las anomalías que se refieren a zonas donde las ondas sísmicas se propagan con mayor velocidad. Poseemos una imagen completa de la estructura horizontal y a profundidad del volcán”, explicó.
Los investigadores puntualizaron que, aunque hay la teoría de que cuentan sólo con una cámara magmática, la realidad de lo que se observa en “El Popo” es que no es un cuarto o una esfera, sino que el material se mueve por distintos espacios o conductos que encuentra entre las fracturas de las rocas.
Bernal Manzanilla, también alumna de doctorado en Ciencias de la Tierra especializada en sismología, realiza el entrenamiento de un sistema de IA para identificar distintos tipos de temblores que ocurren dentro del volcán.
La información recabada servirá para mejorar los modelos que explican cómo funciona el Popocatépetl y apoyar a Protección Civil y los gobiernos estatales, en la toma de decisiones más convenientes para salvaguardar mejor a la población.