Ciencia

Virus, diminutas partículas que pueden acabar con poblaciones enteras

Los virus, esas diminutas partículas que ni siquiera están vivas, pero que pueden acabar con poblaciones enteras, existen miles de ellos, nos rodean, se encuentran en las superficies, en los alimentos y el aire que respiramos.

Siempre están al acecho para aprovechar la presencia de un ser vivo y hacer copias de sí mismo.

Entonces, ¿Cómo es que no nos enfermamos en todo momento? ¿Qué nos mantiene vivos?.

Para que un virus cause una infección debe tener al menos un mecanismo para evadir al sistema inmune.

Sin la habilidad de evadirlo, un virus no causa ningún tipo de daño.

 

  • ¿Qué es el sistema inmune?

El sistema inmune se puede dividir en dos: el sistema inmune nato y el sistema inmune adquirido.

Cuando un virus nos infecta, se activa la respuesta inmune nata, un sistema de reacción rápido, tanto como un par de horas.

Activa las defensas y restringe la replicación en las células infectadas.

Además, crea una ambiente hostil a los virus y prepara la respuesta inmune adquirida.

Luego entra en acción la respuesta inmune adquirida, mucho más lenta.

Puede tardar en activarse entre 6 y 10 días tras la infección.

Se conforma de tres elementos: las células llamadas los linfocitos B, los linfocitos T-CD4 y los T-CD8.

Los B se producen en el bazo y los T, en el timo.

Los linfocitos B producen anticuerpos, los CD4 tienen funciones de apoyo y los CD8-T destruyen células infectadas por los virus.

Ya que el enfermo sanó se crea una memoria inmune a largo plazo, con linfocitos B de memoria, capaces de producir anticuerpos si se rencuentran con un virus que previamente haya causado una infección.

Estos anticuerpos son los que hacen que las vacunas tengan un efecto de años e incluso décadas en ciertos casos.

Por eso, vale la pena vacunarse.

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