Voluntarios en Nueva Zelanda aprenden cómo reaccionar ante un varamiento
En las playas neozelandesas son comunes las escenas en las que decenas, incluso cientos de animales quedan atrapados en aguas de poca profundidad
En las costas de Wellington, en la isla norte de Nueva Zelanda, una decena de voluntarios realizan maniobras con una ballena de goma que pesa dos toneladas y un delfín artificial de 200 kilos.
Forman parte del Proyecto Jonah, una iniciativa que capacita a ciudadanos neozelandeses para actuar de manera correcta en caso de ser testigos de un varamiento.
Somos 4 mil 500 voluntarios capacitados en animales marinos en todo el país, listos para acudir cuando ocurra el próximo varamiento en alguna región”, mencionó Louisa Hawkes, voluntaria del Proyecto Jonah.
Nueva Zelanda tiene una de las tazas de varamientos de cetáceos más alta en todo el planeta.
En las playas neozelandesas son comunes las escenas en las que decenas, incluso, cientos de animales quedan atrapados en aguas de poca profundidad.
Tener la experiencia en la logística y ser capaces de cuidar de las personas y de las ballenas es un privilegio absoluto”, dijo Louisa Hawkes.
Las técnicas que aprenden estos rescatistas voluntarios van desde mantener hidratados a los animales que se encuentran fuera del agua, hasta técnicas para guiarlos hasta aguas más profundas sin lastimar sus aletas.
El clima hostil no frena el entusiasmo del grupo que logra mover a la falsa ballena piloto, también llamada calderón, de cinco metros de largo para colocarla en un colchón rodeado de dos pontones inflables.
La réplica de cetáceo y una más pequeña de 200 kilos son lanzadas finalmente en aguas profundas por estos voluntarios formados por el Project Jonah.
Lleno de agua, el mamífero marino de latex prepara a los equipos para verdaderas situaciones de emergencia en un país que tiene uno de los números de encallamientos más elevados del mundo.
¿Por qué hay muchas cosas en las que no pensamos? No se trata de ciencia espacial, en realidad son pasos bastante prácticos que podemos seguir. Así que si alguien se encuentra con un animal que necesita ayuda, puede ayudar. Sabes que en realidad es una obviedad”, señaló Adrián Glenis, voluntario del Proyecto Jonah.
Tan solo en 2017, en Nueva Zelanda se registró uno de los varamientos de ballenas piloto más numerosos en la historia, pues se contabilizaron al menos 700 ejemplares.
Le conté a mis amigos que estaba haciendo esto y al principio recibí algunas burlas de ellos porque pensaron que era gracioso, pero en realidad esto es algo realmente divertido”, mencionó Adrián Glenis, voluntario del Proyecto Jonah.