Para la segunda parte de este sexenio, el Presidente López Obrador impulsará tres nuevas reformas constitucionales en materia energética, política y de seguridad, anunció este día en su conferencia mañanera.
Después de que se aprobaron importantes reformas, dijo, como elevar a rango constitucional la pensión para adultos mayores y niños con discapacidad, la atención médica y medicamentos gratuitos para toda la población, la que clasifica como delito grave a la corrupción y la revocación de mandato, ahora queda otro tramo.
¿Qué nos queda?, tres reformas constitucionales. Tengo la obligación de presentarlas porque considero que son necesarias y son buenas para el pueblo y para la nación”, afirmó el mandatario.
La primera será para fortalecer a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), destruida durante el periodo neoliberal. Se presentará a más tardar a principios del próximo año. Así se garantizará que no suba el precio de la luz y aclaró que con ella no desaparecerán las empresas privadas, pero se pondrá orden para que 54% del mercado pertenezca a la CFE.
“Llueven los amparos, yo no quería llegar a una reforma constitucional en materia eléctrica… Pero todavía no se publicaba la ley que fue publicada y empezaron a aprobarse por los jueces lo amparos. Entonces qué nos queda, una reforma constitucional”, indicó.
La segunda, en 2022, una reforma electoral para dotar, dijo, de “verdadera independencia a todo el proceso de elecciones”. Evitar el excesivo costo de 20 mil millones de pesos para organizar comicios.
Tenemos que buscar la forma de que de verdad sean ciudadanos honestos y demócratas, que no estén controlados por el Ejecutivo, por el Presidente pero tampoco por los grupos de intereses creados”, destacó López Obrador.
La reforma electoral prevé, entre otros puntos, eliminar los diputados y senadores plurinominales y reducir el monto destinado a las campañas electorales.
Finalmente, en 2023 se planteará una reforma para que la Guardia Nacional pase a formar parte de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) para evitar que se corrompa, como ocurrió con la extinta Policía Federal, en el sexenio de Felipe Calderón. Así la Guardia Nacional será una rama de la Sedena, como lo es la Fuerza Aérea.
“No queremos que pase después a Gobernación o cualquier otra institución y en 6 años esté echada a perder”, precisó.