En los próximos meses se generarán más de 200 mil empleos a partir de un segundo paquete de inversiones público-privadas, acordado entre el gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador, y empresarios de nuestro país.
Este acuerdo, está integrado por 29 proyectos para el desarrollo de infraestructura, en los que el sector privado invertirá 228 mil millones de pesos. Así, se busca apuntalar la reactivación económica.
Tenemos 29 proyectos por un total de 228 mil millones de pesos. Los proyectos se encuentran a lo largo de todo el país y estos son adicionales a las tres grandes obras que nosotros estamos realizando en el sur del país: el Tren Maya, el Transístmico y la Refinería de Dos Bocas”, dijo Arturo Herrera, secretario de Hacienda y Crédito Público.
Entre estas obras destaca la terminal de licuefacción de gas natural en Ensenada, Baja California, cuya inversión superará los 47 mil millones de pesos. La primera en la Costa del Pacífico de América del Norte.
También hay proyectos de infraestructura carretera como la autopista Naucalpan-Ecatepec, donde se invertirán 20 mil millones de pesos.
Este paquete se suma al primer plan de inversión público-privado anunciado el cinco de octubre pasado el cual comprende 39 proyectos.
Arturo Herrera informó que de ese número ya hay 10 obras en ejecución por un monto de 43 mil millones de pesos.
En total, explicó, los dos paquetes suman 68 proyectos y una inversión de 525 mil millones de pesos, que detonarán la generación total de 400 mil empleos.
Con estas obras, destacó el Presidente, el país recuperará el crecimiento que tenía antes de la pandemia.
“Es muy importante que se estén uniendo el sector público, privado y social para que haya empleo y bienestar social”, destacó el mandatario.
Carlos Salazar Lomelín, en representación del sector empresarial, celebró el anuncio de inversión que supera el 2% del PIB, muestra de confianza y credibilidad.
La generación de 400 mil empleos, planteada en ambos paquetes de inversión, dijo, significa la recuperación de las plazas perdidas por la pandemia.
Vean la importancia que eso tiene porque al final eso se traduce ahora sí, en las caras de las personas, en la vida de las familias, en su capacidad de tener un trabajo digno bien pagado y que esto vaya traduciéndose en una maquinaria que ahí mismo provoca consumo”, comentó Carlos Salazar Lomelín.