Otra columna se levantó este domingo en Paseo de la Reforma. La conformaron brazos, piernas y manos cargados de fuerza y tradición: los “Castellers” de Cataluña hicieron vibrar el corazón de Ciudad de México.
Hombro con hombro, 200 hombres y mujeres, niñas y niños, se organizaron, se juntaron, muy compactos, para formar primero la base llamada “piña”, los cimientos para escalar.
Los más livianos subieron unos sobre otros y crearon el tronco, conjunto de pisos que al final coronaron las y los más pequeños. Torres humanas de Cataluña, obsequio visual para nuestro país.
“Me gusta mucho hacer castillos porque nos la pasamos muy bien y trabajamos en equipo”, comentó Carla Malimait, integrante de Castellers de Vilafranca.
Carlos, otro miembro de los Castellers agradeció el apoyo, los aplausos e incluso, el hecho de que algunos ciudadanos colocaron en la piña.
Sorprendieron al paseo ciclista dominical y a mexicanos con arraigo catalán.
Los Castellers de Vilafranca, agrupación catalana que decidió visitar México para promover los Castells, tradición con más de 200 años y patrimonio inmaterial de la humanidad.
Se presentarán en los próximos días en Teotihuacán, el Zócalo capitalino y el parque Soria de Puebla.