“Para viajar lejos, no hay mejor nave que un libro”, llegó a decir Emily Dickinson, autora que vivió los últimos años de su vida auto confinada; cita que viene a colación, a propósito del Día Nacional del Libro, de las restricciones por la pandemia y de la duda sobre ¿cuál ha sido el índice de lectura?
Si bien, los números reflejan una realidad difícil en el universo del libro, tal como la dificultad de las editoriales para poder imprimir en tiempo y forma los títulos programados, hubo una reducción de casi 36% en el primer semestre del año.
El cierre temporal de librerías durante meses, ferias de libro virtuales con ventas mínimas, golpes económicos para las editoriales independientes, así como el cambio de prioridades en los lectores. La Cámara de la Industria Editorial informó que vaticina pérdidas de un 30%.
Pero, esto cómo ha impactado a los lectores, de acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Geografía en su módulo sobre lectura reportó que hubo un decrecimiento considerable a los últimos cinco años, en cuanto a leer completo un libro; en 2016 fue de 45.9% y en 2020 registró 41.1%.
Sin embargo, si se considera la lectura de contenido digital, incluido el libro electrónico, se registró un aumento de cinco puntos porcentuales.