Con el segundo cortometraje de ficción de la cineasta Dinazar Urbina, las historias de mujeres de pueblos originarios buscan un lugar en la representación del séptimo arte.
El miedo, la soledad y la urgencia de huir ante el acecho de la violencia machista que viven día a día las mujeres de todas las latitudes, y que persiste de manera silenciada en zonas rurales del país, se expresan en el cortometraje Prólogo y Epílogo (2023), dirigido por la cineasta tu’un savi, Dinazar Urbina.
El cortometraje de Urbina Mata, quien se caracteriza por abordar problemáticas sociales, se presentó en la sección Cortometraje de Ficción del 22° Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM).
En la pasada edición del festival se abordaron las nuevas narrativas del cine y entre ellas sobresalió el cine realizado por mujeres de pueblos originarios, en donde hubo una charla para reflexionar sobre el papel que han tenido en los últimos años y los retos que enfrentan para continuar contando historias.
Con el cortometraje de Dina, la directora y realizadora reflexiona sobre la violencia contra las mujeres que viven en zonas rurales. Al realizar este trabajo, el reto para la directora mixteca fue enorme.
“Lo que quería era que las mujeres que llegaran a ver este trabajo se sintieran identificadas. Sintieran que hay alguien que las puede entender, que se sienten escuchadas y no juzgadas. Yo creo que esa era de las cosas principales. Muchos dicen que hay que denunciar todos estos casos y sería increíble que así fuera. [Es muy] complicado cuando eres también de un pueblo. A veces también pesa mucho la sociedad”, contó la cineasta a Once Noticias Digital.
Mujeres de pueblos originarios continúan abriendo brechas
Dinazar expresó que las mujeres son fundamentales en el cine, así como las mujeres indígenas y afromexicanas, quienes han abierto brecha en el séptimo arte.
“No es fácil hacer cine en general, porque es algo costoso, pero ha ido avanzando. Ha habido mayor apertura, mayor creación de fondos para poder lograr eso. Por fortuna siento que vamos avanzando. En el Festival, mi trabajo no fue el único de Oaxaca y también está por ejemplo Luna Marán y Yolanda Cruz, que también son realizadoras oaxaqueñas y de pueblos originarios”, señaló la cineasta.
A Dina, su mayor inspiración son las mujeres que la rodean: su madre y abuela, porque le cuentan las historias de su pueblo. Eso le ha permitido contar historias que buscan contribuir en la solución de problemas sociales o incluso a denunciar los vaivenes históricos de los pueblos indígenas.
Para ella, el origen se expresa en cada una de sus realizaciones. Además, aseguró que ahora hay mayor representación de los pueblos originarios y afrodescendientes, historias que son contadas por sus mismos integrantes
Poco a poco se combaten los estereotipos que durante mucho tiempo permearon en el cine.
“La falta de representación viene de que anteriormente los trabajos eran realizados por cineastas de fuera. Esto ha ido cambiando, gracias a que hay más realizadores y realizadoras de pueblos originarios y afrodescendientes”, aseguró.
De qué va “Prólogo y Epílogo”
Prólogo y Epílogo cuenta la experiencia de Alejandra, una enfermera tu’un savi, que se enfrenta al acecho de Marcos, su ex pareja, cuando decide terminar su relación. Amenazas, acecho, violencia digital, un cúmulo de agresiones que resguarda la protagonista.
El cortometraje se presentará próximamente en el festival “El Lugar que Habitamos” y en la Muestra de Cine de la Mixteca.
El trabajo de Dinazar Urbina se encuentra en diversas plataformas, por ejemplo, su documental Carrizos (2016) y el largometraje Siempre andamos caminando (2017) se pueden ver de forma gratuita por Vimeo y en plataformas.