Cultura

Cineteca Nacional, a 50 años de su nacimiento

Esta celebración también trae consigo todo tipo de momentos que resguardan sus visitantes sobre este recinto.

Los festejos de la Cineteca Nacional fueron por partida doble: por una parte, los 50 años de su creación y también los 40 de su segunda sede en el pueblo de Xoco.

De aquellos ocho años en un foro de los Estudios Churubusco, la Cineteca Nacional comenzó con la película en la sala Fernando de Fuentes de “El compadre Mendoza”, todo un suceso, pero quizá la función de la “Naranja Mecánica” de Stanley Kubrick se voló la barda.

“El 17 de enero de 1974 abre sus puertas la Cineteca Nacional, puertas que casi fueron derribadas se acuerdan ustedes por un público hambriento de ver el estreno en México de Naranja Mecánica”, recordó Alejandro Pelayo, director de la Cineteca Nacional.

El  24 de marzo de 1982 un incendio consumió las pantallas, butacas, la propia película que se exhibía, era “la tierra de la gran promesa” de Andrzej Wajda, así como más de 6 mil negativos, 2 mil guiones, miles de libros y hasta dibujos originales de Diego Rivera, así como fotografías de Manuel Álvarez Bravo. Hasta la fecha el suceso es un misterio.

Ya en su nuevo hogar, en un predio de la Sociedad de Autores y Compositores de México, la Cineteca de Xoco fue rápidamente abrazada por los cinéfilos. Fue tal su impacto que inspiró sin tener nada que ver, un puesto de películas pirata sobre Mayorazgo.

La Cineteca más allá del entretenimiento

“Tuvo un éxito que quizá no se esperaba, porque es un cine muy dedicado, un cine que invita a otro tipo de reflexiones más allá de entretenimiento”, comparte Marina Núñez Bespalova subsecretaria de Desarrollo de la Secretaría de Cultura.

Mientras tanto, autoridades culturales compartían el gozo de celebrar los 50 años de este recinto, como Alejandro Pelayo, director de la Cineteca Nacional, quien recordó que ahora hay tres de ellas.

“Tenemos la enorme satisfacción de haber iniciado esta administración con esta cineteca y concluirla con tres”, externó Alejandro Pelayo, director de la Cineteca Nacional.

Pero esta velada no dejó de lado a José Agustín, escritor, sí, pero también cinéfilo de hueso colorado, tal como recordó Marina Núñez Bespalova, subsecretaria de Desarrollo de la Secretaría de Cultura.

“Lo digo en un espacio como este porque también fue un hombre de cine, actuó, dirigió, escribió y pues vaya para sus hijos un abrazo, otro para Margarita y un gran aplauso para él donde quiera que esté”.

Celebración de generaciones

Cincuenta años de grandes historias dentro y fuera de la pantalla con la presencia de grandes cineastas nacionales e internacionales, un remozamiento profundo en 2012 y millones de anécdotas que ya se cuentan por tres generaciones de asistentes.

“Sí cuando era más joven. Como siempre me ha gustado el cine, y los recuerdos de los novios pasados”, compartió Zenaida quien iba a la primera sede en los Estudios Churubusco.

Estefanía tiene su propia anécdota en este recinto.

“Cada visita el espacio, cierto contacto con la naturaleza, las pocas áreas verdes que quedan se valoran, aprecian y disfrutan cada que viene uno, el café no puede faltar. Creo que al final siempre es una experiencia muy grata independientemente también a qué vengas, ya sea solo a platicar, a una función, a tomar café o tirarte en el pasto, de novios, siempre he tenido una grata experiencia aquí en la Cineteca”, señala Estefanía.

Está bien que llegue más gente, pero también es un poco agotador que tengas que hacer muchas filas para todo, pero es una forma de ausentarte de todo bullicio de la ciudad”, expresa María visitante de este recinto.

Así medio siglo que ha traspasado su código postal con la Cineteca Nacional de las Artes, la Cineteca Chapultepec y el Circuito Cineteca en los Estados.

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