Cultura

Conmemorarán el 150 aniversario luctuoso de Benito Juárez con dos conversatorios

Los conversatorios en torno al 150 aniversario luctuoso de Benito Juárez son organizados por la Secretaría de Cultura federal y por la Secretaría de Cultura de Ciudad de México.

En el marco del 150 aniversario luctuoso de Benito Juárez, la Secretaría de Cultura, a través del Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (Inehrm), en colaboración con la Secretaría de Cultura de Ciudad de México y el Museo Panteón de San Fernando, llevarán a cabo las conferencias: “Los últimos días de Benito Juárez” y “Benito Juárez García: Un hombre de su época”.  

Ambas disertaciones serán presenciales. La primera, “Los últimos días de Benito Juárez”, estará a cargo de la historiadora e investigadora del Inehrm Cecilia Vargas Ramírez y se efectuará en el Salón de Cabildos del Antiguo Palacio del Ayuntamiento de Ciudad de México, este jueves 14 de julio, a las 17:00 horas. 

La charla “Benito Juárez García: Un hombre de su época. A 150 años de la declaratoria de luto nacional por su fallecimiento” será impartida por el historiador Raúl González Lezama, en el simbólico Museo Panteón de San Fernando, el sábado 16 de julio, a las 14:00 horas. 

Conmemorar el 150 aniversario luctuoso de Benito Juárez nos sitúa exactamente en la intersección entre la historia y la memoria, entre la reconstrucción del devenir del político de carne y hueso que se vivió en México entre 1806 y 1872, y el reconocimiento de los diversos significados que su imagen evoca en la conciencia colectiva el día de hoy. 

Los últimos días del entonces presidente de México empezaron en octubre de 1870 cuando presentó un cuadro patológico, al que los periódicos denominaron “congestión cerebral”, lo cual motivó severas dudas y comentarios entre sus familiares, amigos, autoridades públicas y población en general. 

El doctor Francisco Menocal, que lo visitó en su casa, ubicada en la actual calle de Serapio Rendón, inicialmente diagnosticó “congestión cerebral”, pero posteriormente cambió por “parálisis del gran simpático”. 

En marzo de 1872, Juárez presentó otra crisis de salud y el doctor Antonio Alvarado le diagnosticó “angina de pecho”. El 18 de julio, el presidente ya no asistió a su oficina en Palacio Nacional. A las 11:00 de la mañana, un fuerte calambre en el pecho lo obligó a recostarse en su lecho.  

Por la tarde, con la salud visiblemente quebrantada, recibió en su recámara a dos funcionarios públicos, pero en unas horas empeoró. Juárez murió oficialmente de “neurosis del gran simpático”, lo que en nuestros días se traduce como infarto al miocardio. 

 

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