La noche del 9 de septiembre quedó marcada con la voz de 3 tenores mexicanos de talla internacional, Ramón Vargas, Fernando de la Mora y Javier Camarena en el Auditorio Metropolitano.
Locales y turistas se dieron cita en el auditorio Metropolitano, desde las 6 de la tarde empezaron a llegar y alrededor de las 19:00 horas se empezó a registrar tráfico en el punto, lo que denotaba buena respuesta del público, con boletos de 400 a 4 mil pesos, los asistentes se vistieron para la ocasión y ya sea en familia, con amigos y en pareja comenzaron a darse cita en el exterior del recinto, algunos llamaban ansiosos a sus acompañantes que ya iban con retraso a la cita.
Poco antes de las 20:00 horas comenzaron a ingresar al auditorio, al entrar exigían el uso de cubrebocas, brindaban gel antibacterial y rociaban a cada uno con una solución desinfectante, protocolo que apenas ingresaban al auditorio olvidaban y durante todo el evento no usaron correctamente el cubrebocas.
El primero en salir a escena fue el veracruzano Javier Camarena, se alternó piezas con Fernando de la Mora, después de varias arias de ópera los acompañó Ramón Vargas y los aplausos cayeron en cascada, por fin hubo silencio en la sala y como luciérnagas se iluminaron las butacas con el destello de cientos de celulares grabando el momento.
Al inicio de la noche los tenores estuvieron acompañados del coro normalista y la Banda Sinfónica de la Secretaría de Seguridad Pública; alternando una canción a la vez y después compartiendo el escenario con temas como “o’sole mio”, “granada”, “sabor a mí”, entre otros.
Una breve pausa y figuró el Trío Los Panchos, cada uno de los tenores interpretó esos temas que apapachan el alma con su tremenda voz, se percibía un embeleso en el ambiente y enfundados en sus trajes y con ese porte tan particular, el Mariachi Juvenil de Tecalitlan hizo acto de aparición y el jolgorio se desbordó, al final dedicaron “México lindo y querido” y el público pidió otra más. Velada única en la que la sonrisa de los tenores y cada uno de los participantes imprimió ese sello que el arte y la cultura provee a quienes se toman el tiempo de apreciarlo.