A media cuadra del Viaducto, la calzada de La Viga se reconoce más por el predio que la ocupa, el Circo Volador.
La memoria de algunos aún guarda en blanco y negro la imagen del Cine Francisco Villa, que antes de pasar al abandono, durante 20 años, aquí proyectó películas.
Tiempo después, una investigación del sociólogo Héctor Castillo, sobre la conducta y necesidades de los jóvenes, desembocó en la creación de este espacio en 1994.
Se comienza a dar ayuda a los mal llamados chavos de la calle o niños de la calle, enseñándoles un oficio desde herrería, plomería, mecánica y después surgen estos talleres que eran sobre todo clases de guitarra”, comentó Asmizael Montenegro, locutor.
El aforo para 3 mil personas, reminiscencia de las condiciones arquitectónicas de los cines de otros tiempos, otorgó en este lugar, espacio idóneo para expresiones escénicas y musicales alternativas.
Además de su función social, los conciertos multitudinarios del grupo Panteón Rococó o la sorpresiva visita de Bono, vocalista de U2, suman elementos al legendario vuelo de este Circo que perdió altura ante la pandemia.
Ahora comienza a retomar el ritmo con una vocación de origen, su estación de radio que invita a descubrir con el oído propuestas de diversos contenidos.
Nos pueden apoyar también siendo parte de las barras de programación del Circo volador sintonizándonos, regalándonos un like, compartiendo descargando también el programa”, mencionó Asmizael Montenegro.