Desde antes de empezar a bailar, la gente ya les aplaude y vitorea; al salir al escenario, ellas lucen coloridas faldas de olanes; ellos, un sobrio atuendo de manta y paliacate.
Se escucha el jarabe mixteco, un himno que lleva cien años resonando en todos los rincones de la región, y la delegación de Huajuapan de León (Oaxaca) enciende el furor.
“La canción mixteca es una canción muy nostálgica, porque habla de que estás lejos de donde naciste, entonces toda la gente cantando, incluso se te salen las lágrimas porque no estás en Huajuapan”, comentó Marigert Santos Cordero, médico general y danzante.
A las cuatro de la mañana del segundo lunes del cerro, empiezan a renacer. Todos ayudan. Tejen sus trenzas, ruborizan sus mejillas, se envuelven en colores.
A mediodía, las parejas se adueñan del escenario.
Una de ellas, cargada de vigor, zapatea, arrea, torea. Y los danzantes se hacen eco del público para ponerle enjundia.
Huajuapan de León conquista a la audiencia.
“Sí fue muy bonita esa experiencia, la verdad. Cuando terminó la presentación la verdad es que sí solté también en llanto, porque fue como aquel niño que conoció el jarabe a los 13 años y que dijo que algún día iba a estar en el cerro, pues fue como un sueño que se había cumplido”, dijo Lenon Torres Velázquez, estudiante y danzante.
El auditorio, una vez más estalló en aplausos.