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Dibujos de Kafka por primera vez recopilados en un solo libro

La totalidad de los dibujos de Franz Kafka, un centenar de ellos inéditos y que su amigo Max Brod salvó de la destrucción al desoír la orden del autor de Praga, se reúnen, por primera vez, fruto de un proyecto internacional en el que han participado editoriales de siete países.

Estos dibujos eran lo último inédito que quedaba por publicar de Kafka. Dibujó desde sus tiempos en la Universidad Alemana de Praga, especialmente entre 1901 y 1907 y, además, con ambiciones artísticas”, comentó el editor de Galaxia Gutenberg, Joan Tarrida.

A su muerte; sin embargo, no solo quiso destruir su legado literario, sino también todos sus dibujos, los cuales fueron salvados por su amigo Max Brod en un periplo casi cinematográfico huyendo de los nazis desde Praga hasta Palestina.

A la muerte de Kafka en 1924, los dibujos quedaron en manos de Max Brod y en las de dos sobrinas del autor de “El proceso” que sobrevivieron al Holocausto.

El legado de Franz Kafka

Cuando llegó a Palestina, Brod dejó el legado de las sobrinas a la editorial Schocken, que en 1934 ya había comprado todos los derechos de publicación a la madre de Kafka y su legado en un banco de Tel Aviv.

En 2007, a la muerte de Hoffe con 101 años, se inició una disputa legal sobre las partes del patrimonio de Kafka que todavía estaban en su poder.

En una cláusula de su testamento, Brod decía que los dibujos, que estaban en el banco de Zúrich, debían ser depositados físicamente en la Biblioteca Nacional de Israel.

La biblioteca israelí ganó el contencioso en 2019 y fue entonces cuando se pusieron a disposición de los investigadores.

Hasta la presente edición, la única publicación con sus dibujos era “Había una vez un gran dibujante. Franz Kafka como artista plástico”, de Niels Bokhove y Marijke van Dorst, pero solo reproducía 41 dibujos.

Esta edición incluye aquellos 41 dibujos, más unos 110 inéditos, desde su primer cuaderno de 1901 hasta el último dibujo fechado en 1924, en el que aparece Dora Diamant, la actriz polaca y amiga que acompañó a Kafka en sus últimos días.

Los dibujos de Kafka, como su escritura, están muy ligados a su tiempo, en este caso al expresionismo, pero también al arte japonés”, señaló Joan Tarrida.

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