Desde hace 23 años, Diego Ugalde se dedica a crear obras de teatro con una técnica particular.
“El teatro de sombras es contar historias con imágenes sobre una pantalla iluminada en la oscuridad, por lo tanto es ancestral de todo lo que vemos ahora en el cine, en nuestras pantallas del celular, en nuestras computadoras”, explicó Diego Ugalde, titiritero.
El teatro de sombras turco, conocido como karagoz, destaca por sus figuras de piel de camello, material traslúcido con el que retrataban a la antigua Estambul y que proyecta colores en sombras.
“Es cierto que llegó siempre como un teatro popular, hecho desde la periferia, donde algunos titiriteros observaban sobre todo la sociedad de Estambul que era cosmopolita en esos momentos ya, y retrataban en la pantalla todos los personajes que pasaban en esa vida”, agregó
Él aprendió esta técnica en 2008 mientras hizo una residencia en este país; sin embargo, la pasión por los títeres ya venía desde la infancia.
“En muchos oficios del arte se habla del destino, que algunos dicen que es un mito porque al final de cuentas cada quien se forja su camino, pero es verdad también que yo desde que nací hubo titiriteros cerca de mi familia y desde que era niño vi teatro de sombras”, narró.

Inició con “Kaplán”
Su primera obra fue ‘Kaplán’, palabra turca que significa “tigre”.
“Es de un cazador que se convierte en tigre a partir de la música de la “Consagración de la primavera” de Stravinsky. Curiosamente la primera obra de teatro de sombras, siendo que la tradición turca es una tradición con muchísimas palabras, mi primera obra fue sin palabras”, mencionó Ugalde.
Diego Ugalde ha producido puestas en escena como “El violín mágico”, “El árbol de la vida” o “Nos volvimos búfalos”, con la que participó en la Muestra Nacional de Teatro de 2018.
Su trabajo se puede seguir en redes sociales de la Compañía de Teatro Banyan.