Cultura

Ediciones Tecolote: literatura infantil en lenguas indígenas

En la literatura infantil y juvenil impera la idea errónea de que su única función es el entretenimiento, sin embargo, tal como afirma Valentina Quaresma –promotora del programa Tecolote– es una visión reduccionista ya que, por el contrario, “son puertas que abren espacios sensibles y experiencias abiertas a la sensibilidad humana”. La pandemia ha mostrado su peor cara y no hay sino una búsqueda desesperada por recuperar la empatía y el sentido de comunidad. Al respecto, Valentina señala que es aquí en donde la literatura juega un papel importante:

la literatura permite pasar del individualismo, de un sentimiento desligado con los otros y otras, a un sentido de comunidad. Una experiencia tan dura, como la pandemia que nos atraviesa, en vez de ser dolor individual se vuelve colectivo.

La literatura infantil y juvenil suele enmarcarse en un nivel abstracto, como si fuera un lugar tan ajeno al que sólo se pude acceder si cumples con ciertos requisitos etarios. Sin embargo, en coincidencia con Valentina:

la literatura infantil en un sentido estricto como categoría genérica, no existe. Existe la literatura como fenómeno estético. Y los libros que están dirigidos a niños y niñas juegan con esa categoría. Tecolote toma con mucho compromiso la idea de que la literatura va dirigida a todo mundo. Hay literatura para todos y todas.

Ediciones Tecolote es un proyecto que surge con el objetivo de ofrecer materiales de lectura, para que los niños y niñas accedan a la literatura y a la estética del mundo, “sin que se subestime su inteligencia y para que lo puedan disfrutar.” Es así que:

Tecolote tiene publicaciones de autores de literatura universal y latinoamericana, que podrían considerarse no escritos para infantes, no obstante, la editorial cree que la sensibilidad infantil es muy grande y compleja, por lo que pone a disposición de este público ediciones bellamente ilustradas. Existe una colección de textos de Galeano, José Saramago y Cortázar. Estos se adaptan con ilustradores mexicanos o latinoamericanos.

La principal apuesta de la editorial es que conjugan el lenguaje literario con el trabajo visual de artistas que hacen un trabajo excepcional. En su catálogo tienen libros que han recibido premios muy importantes, como el del festival de Bologna, en Italia: El libro negro de los colores. Es un libro en dos soportes: el texto está en braile y contiene ilustraciones en relieve para ser leídas y tocadas.

Otro libro icónico es Migrar de José Manuel Mateo. La historia se cuenta desde la voz de un niño mexicano cuya familia tiene que migrar a EUA. El texto se acompaña de las ilustraciones de Javier Martínez Pedro, ilustrador y artesano mexicano que trabaja, prinicipalmente, con papel amate. Valentina comenta para Once Noticias que “el libro se desdobla como un acordeón y eso hace que pueda leerse de muchas maneras. Se puede hacer la lectura gráfica –en la enorme composición gráfica del papel amate– y se puede hacer la lectura del texto escrito. Son libros que además de contar historias y de tener la apuesta estética son libros-objeto. Tienen el sentido estético”.

Además se busca divulgar a autores mexicanos y de materiales orales, tal es el caso de La jícara y la sirena, de la editorial Ideaszapato, “que nace de una investigación hecha en la ENES Morelia sobre relatos orales del Lago del Ziragüen”, platica Valentina a Once Noticias. Además la editorial tiene algunas ediciones bilíngues de español y lenguas indígenas, como maya y náhuatl, que se alinean a su objetivo de recuperar materiales orales para compartir con el público en lenguas originarias.

Con la pandemia las editoriales independientes no se vieron ajenas a los impactos negativos en sus ventas. Tecolote hizo una serie de estrategias para hacer frente a la situación: ideó un programa llamado ‘Los Tecolotes’ cuya finalidad es tener promotores regionales, en todo el país, para ser intermediarios de ventas, entre la editorial y la gente. Además, acorde a su visión de solidaridad y de trabajo en equipo, se alió con otras editoriales independientes como Kalandraka, A buen paso, Ideazapato y Thule.

La especialista y crítica literaria afirma que en términos de precios son muy accesibles: “son libros que tienen un valor estético significativo por los materiales de alta calidad. La diagramaciones en varios colores y por el tipo de papel. Son caros de producir, pero que procuran venderse al público de la manera más accesible posible.”

Finalmente Valentina, en su osado tono cálido, menciona a Once Noticias que:

la gran apuesta de la literatura, en estos momentos tan dolorosos, es recordar[nos] lo vital que es la esperanza. Además de la posibilidad de imaginar otros escenarios y construirlos a través de la palabra. Veo estos escenarios en estas editoriales que se unen para resistir. Este es otro rasgo de la literatura de la región: una literatura que propone maneras de resistir y en esta pandemia gran parte de nuestro desafío global es la resistencia y empatía, para contrarrestar los efectos del egoísmo e individualismo con un arte subversivo. Además la literatura permite imaginar realidades posibles, eso es fundamental en el trabajo literario -en la crítica y creación–. El derecho a la fantasía como un derecho a la utopía y en ese sentido la literatura infantil abre esas puertas.”

La fundadora y coordinadora de Ediciones Tecolote es Cristina Urrutia. La editorial tiene 25 años y se ha dedicado a crear libros que difunden el patrimonio cultural mexicano, su historia, símbolos y tradiciones. Con un diseño cuidado y formatos innovadores, Tecolote busca formar nuevas generaciones de lectores críticos que amen los libros y sean conscientes de su entorno social. https://www.edicionestecolote.com/quienes-somos/

 

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