CulturaReportajes especiales

El libro y las librerías permanecen ante dispositivos digitales

El 11 de noviembre se conmemora el Día de las Librerías, una fecha que impulsa el hábito de la lectura y a estos espacios que promueven la cultura.

A quién no le gusta sentir un libro en sus manos y percibir el aroma de sus páginas o ir a una librería a disfrutar un encuentro único con los libros y con lectores o lectoras. 

La experiencia completa que brinda la lectura de un libro en físico –hojearlo, olerlo, adquirirlo, leerlo y compartirlo– no ha sido reemplazada frente a los nuevos formatos digitales, tal como señala Sergio Violante Mateos, encargado de librerías del Centro Cultural Elena Garro, a Once Noticias. 

Este 11 de noviembre se conmemora el Día de las Librerías, una fecha que impulsa el hábito de la lectura y a las librerías como centros donde se promueve la cultura, por lo que Once Noticias conversó con Teresa Amador Carrasco, coordinadora de actividades culturales del Centro Cultural Elena Garro, y con Violante Mateos, sobre el libro ante la tecnología y el trabajo de este centro cultural. 

El derecho al libro

En 2015, los periodistas Padraig Belton y Matthew Wall escribieron para la BBC un artículo sobre la tecnología y los libros; en él, señalaban que ante el auge de libros digitales y de lectores electrónicos, como el Kindle de Amazon y Nook de Barnes & Noble, suponían una gran amenaza para editores y vendedores de libros. Nada más lejos que la realidad.

Según cuenta a Once Noticias, Sergio Violante Mateos, “actualmente de lo que es nuestro espacio aquí, la gente, los lectores y clientes todavía defienden el derecho del libro en México”, remarca.

Señala que, a pesar de que la tecnología avanza día con día, todavía es necesario físicamente tener entre nuestras manos una herramienta que nos ayuda a superarnos, a ser cada vez mejores personas.

“Igual por la edad de nuestros lectores (que son adultos); también entre los jóvenes se necesita el respaldo físico del libro para que, de alguna manera, se pueda abrir en cualquier momento y lugar. La tecnología en algún momento no es totalmente reemplazable. El libro físico tiene una buena vida por delante”, afirma.

Ante la inclinación de las personas por un audiolibro o descarga de Internet, para ya no acudir a la librería, es inevitable preguntar,  ¿el sector del libro es buen negocio?

“Es una cuestión de que, de alguna manera, por las condiciones socioeconómicas que han pasado últimamente (se haya modificado) pero, aun así, las mismas personas y los lectores están ávidos de un libro”, afirma Violante.

Violante sostiene que, pese a tiempos pandémicos y todo el aspecto económico vivido en los dos últimos años a nivel mundial, la gente ha privilegiado el libro y las lecturas.

“A pesar de que se contrajo la visita a las librerías o a los lugares físicos, por medio de la tecnología y por nuestra librería virtual se comenzaron a hacer pedidos desde numerosos lugares y a personas que así lo solicitaban normalmente venían a la librería”, expresó.

No obstante, reconoce que, pese a esa contracción de la economía, quienes se dedican a este negocio, esperan que la recuperación del sector del libro sea total.

Y aunque está consciente del papel de la tecnología, también destaca que en este punto hay aspectos por mejorar.

Precisa que, aunque cada vez es más fácil descargar libros y tener una biblioteca casi infinita en un pequeño aparato, hay un gran sector de la población que todavía no se acostumbra a esta modalidad.

“Sigue siendo un privilegio ese ‘objeto’ en las manos, olerlo, seguir el ritual de ir a comprarlo escogerlo, interactuar con el librero, y con la gente que trabaja dentro del medio. Toda esa experiencia, por más que la tecnología avance es difícil que se de en la cuestión electrónica”.

Violante Mateos reafirma que adquirir un libro es toda una experiencia y prevalece ese interés por acudir a un “templo del saber”, para saber qué ofrecerá la lectura.

Una librería como proyecto comunitario

En México hay infinidad de librerías, pero el Centro Cultural Elena Garro, ubicado en el corazón de Coyoacán, brinda una experiencia única a bibliófilos y bibliófilas. 

Este lugar hace homenaje a una de las escritoras que dieron gran aporte a las letras mexicanas en el siglo XX.

Desde su inauguración, un 5 de octubre de 2012, se concibió como un proyecto de vida comunitaria en torno de los libros y que ofrece, de manera permanente, diversas actividades culturales que ponen al alcance de visitantes expresiones de la cultura de México y del mundo.

Coordinación de Actividades Culturales, Centro Cultural Elena Garro

Ocupa una casona de principios del siglo XX que, iluminada por sus ventanales de cristal, invita a lectores a pasear entre sus altos estantes de dos plantas y a conocer su amplia gama de títulos.

Quien lo visite, se dará cuenta que los rincones asignados para la lectura y tragaluces ayudan a ver desde el exterior una rica exhibición editorial, que privilegia ediciones producidas por la Secretaría de Cultura, el Instituto Nacional de las Bellas Artes (INBA) y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

Así también acerca novedades de editoriales independientes, además de libros exclusivos de importación, difíciles de encontrar en otros lugares. Su catálogo de librerías cuenta con miles de títulos y crece día a día con el fin de cultivar la bibliodiversidad y satisfacer las necesidades lectoras de visitantes exigentes.

Su agenda se nutre con las actividades culturales que ofrece como presentaciones de libros, ciclos de cine, conferencias, lecturas en voz alta, conciertos y festivales.

En el Centro Cultural Elena Garro se da especial atención al público infantil, mediante un programa que incluye a cuentacuentos, títeres, espectáculos musicales, paseos literarios, cursos y talleres.

Aquí tenemos actividades culturales todo el año, desde conferencias, presentaciones de libro, conciertos, talleres; esta semana, tenemos una muestra llamada ‘Arte, Mística y Conexión’, con obras de diferentes autores y artistas de toda la República Mexicana, explica Teresa Amador Carrasco, coordinadora de actividades culturales.

Cabe destacar que, pese a pandemia, las actividades en el centro no se detuvieron. Al respecto agrega la coordinadora que utilizaron la tecnologías y las redes sociales, para mantener la cercanía con el público, por lo que se hicieron concierto, lecturas de poesía y de libros infantiles. 

En tal sentido, la tecnología fue una aliada para la librería, dado que les permitió otorgar otra experiencia en formatos digitales, y así dar continuidad a las actividades culturales. 

Con la vuelta a actividades presenciales, Sergio Violante Mateos invitó a las personas a acercarse a las librerías, “los esperamos con los libros abiertos”, concluyó.

 

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