Cultura

El Once, 64 aniversario | La historia desde su gente

Su personal ha sido testigo de la transformación de El Once.

A 55 años de distancia, Armando Pérez Mora sabe que aquella noche del 2 de octubre de 1968 quedaría marcada en su historia y definiría para siempre su vida.

Porque, así como millones de mexicanos no olvidan que aquel día se cometió en México una de las peores masacres contra estudiantes en nuestro país. Pero para el señor Armando Pérez, la noche del 2 de octubre de 1968 fue, además, el día en que el destino lo enfilaría hacia la ruta de su vida laboral, el sitio en el que dejaría su huella para siempre: El Once.

En el 68 cursaba la preparatoria 5 de la Universidad Autónoma de México (UNAM), y ese día significaría un parteaguas en su historia que, a su vez, ha contribuido a la historia de este Canal.

“Yo estuve ocho días detenido prácticamente mientras se investigaba, yo iba como estudiante a las manifestaciones, más no como líder de tal, yo participaba, sí, pero como oyente nada más”, contó el jefe de Departamento de Adquisiciones.

Mientras se aclaraba la situación legal de Armando, conoció a algunas personas que por ese entonces trabajaban en Canal Once.

“Lo que pasa es que yo tuve unos conocidos en el Penal de Santa Martha Acatitla, en los movimientos del 68 y comentando ahí dentro que estaba sin trabajo, que estaba estudiando y que quería trabajar”, relató Pérez Mora.

Cuando salió de Santa Martha, tocó la puerta de esta emisora siguiendo la recomendación de quienes conoció durante esa semana. Cuando se le dio la oportunidad, aprendió a hacer de todo.

”La verdad es que cuando yo vine a pedir trabajo aquí, me dieron la oportunidad de entrar al estudio nada más, ahí de cablero, jalando cables de las cámaras, fue lo que hice durante ese tiempo, manejando un poquito la cuestión del audio, subiendo y bajando cámaras, ayudando en el movimiento de las mismas para las grabaciones, eso es lo que hacía en el estudio como asistente de camarógrafo”, contó el señor Armando Pérez.

Como empleado de El Once, le ha tocado vivir de cerca momentos que han dejado huella profunda en la historia de nuestro país, como la tarde del llamado “Halconazo” en 1971, en donde vio cómo los estudiantes de la normal de maestros se escondían para no ser arrestados.

“Ellos trataban de huir de la balacera y demás y donde esta recepción, las puertas eran corredizas en aquel tiempo, y los chamacos habían corrido, los muchachos trataban de empujarlas y cómo iban a entrar si las puertas eran corredizas”, platicó Pérez Mora.

O el terremoto de 1985.

“En el 85, por ejemplo, en este piso estaban todas las cintas que eran las de 1 pulgada y pues el edificio se dañó un poco por lo del sismo. Lo primero, había que bajar todas las cintas que estaban aquí en este edificio y era de mano en mano, porque el edificio se movía todavía”, continuó.

Armando aquí también conoció a Marisol, con quien se mantiene casado. También, mantiene la amistad con quienes, al igual que él, tienen décadas de servicio en el once, como Jaime, quien lleva 47 años de servicio, ahora como asistente de almacén.

“Desde que llegas te pones la camiseta y duras todo el tiempo con la camiseta del Once. Ya la traes tatuada, tú ya la traes tatuada. Ya tengo el número de inventario, lo traigo por acá, bromeó Jaime Mejía, quien es asistente de Almacén del Canal.

Ambos han visto la transformación de El Once, sus herramientas de máquinas de escribir a computadoras y la transmisión de miles y miles de horas de señal de televisión.

“Estaba muy chavillo y tenía la necesidad de trabajar, estudiar y trabajar y entonces tuve la oportunidad de trabajar aquí, aquí me recibieron”, platicó Jaime Mejía.

Armando y Jaime recuerdan cómo fue trabajar antes de la modernización tecnológica dentro del canal.

“A mí me tocó organizar en los principios, hablo de cuando yo entré a Administración, después de estar como un año en el almacén, me invitaron a trabajar en la elaboración de la nómina y esa nómina te la llevabas a mano, era a mano”, platicó Pérez Mora.

Y Jaime Mejía relató sobre los equipos que usaba hace muchos años en la emisora.

“Cuando entré era pura máquina de escribir, las calculadoras eran de las de maquinita y ahorita ya en la actualidad tenemos el internet, en todas las oficinas tenemos computadoras, impresoras y en ese tiempo se usaba el fax, ya no existe”.

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