Hace 110 años, mientras México veía llegar el movimiento revolucionario, había también otras batallas, similares a las que hoy impone la presencia del coronavirus.
El tifo, enfermedad que transmiten pulgas y piojos, aunque ya se padecía tiempo antes, durante la Revolución se convirtió en epidemia.
Porque el presupuesto que se destinaba a las cuestiones sanitarias pues Porfirio Díaz lo enviaba a los renglones castrenses, a la parte militar”, Javier Garcíadiego, historiador.
El crecimiento de la actividad militar propició falta de limpieza e higiene en los cuarteles, que fueron focos de infección. Por otra parte, la gente desplazada por la lucha armada, al buscar seguridad, migró a ciudades, con deficientes condiciones sanitarias.
Y eso es lo que hizo que aumentara el tifo, sobre todo aumentó de los años de 14 a 16, que quiere decir que eran los años más intensos de la violencia”, Javier Garcíadiego, historiador.
Al reducirse la violencia, a partir de 1917, el tifo tendió a desaparecer.
Vendría entonces algo peor, al término de la Primera Guerra Mundial, procedentes de los cuarteles en Europa, regresan a su hogar soldados norteamericanos y propagan el virus de gripe a, subtipo H1 N1, que provoca lo que se conoció como influenza española.
Se le llama influenza española porque como España era un país neutral, era el que daba noticias sobre el caso, porque los periódicos ingleses, franceses, norteamericanos, alemanes no querían publicar noticias sobre la influenza”, Javier Garcíadiego, historiador.
Devastadora, la influenza española llega por tren a la frontera de México, en septiembre de 1918 y para enero siguiente había provocado 500 mil muertos en el país.
En la memoria histórica, la Revolución y los padecimientos que la acompañaron, significó la muerte para un millón de personas: la violencia mato a 500 mil en 10 años y un virus acabo con otros 500 mil en solo 4 meses.