La experiencia de Elena Poniatowska a partir de los temas y personajes sobre las que ha creado su narrativa implican que el recuento de su vida trascienda su propia historia.
“Yo pienso que los escritores hay que valorarlos por lo que escriben pero no solo por lo que escriben sino en que contexto lo escriben, cuáles son sus motivaciones… Entonces si haces una biografía literaria de Elena Poniatowska pues también harás en buena medida, de muchas décadas un cierto semblante de la historia reciente del país”, comenta Pablo Gómez, director de la Unidad de Inteligencia Financiera.
Michael Shuessler, catedrático estadounidense, publicó sobre Poniatowska, en 2017, el libro Elenísima, y menciona que Elena aspiraba escribir una gran novela que trascendiera el resto de sus títulos. La pregunta es si ya logró ese objetivo.
“Bueno es una muy buena pregunta yo hice sobre todo novelas sobre mujeres que a mí me parecieron formidables. Por ejemplo, una italiana que vino aquí, Tina Modotti y mataron a su amante que iba de su brazo en la calle, Julio Antonio Mella, y la acusaron a ella después. Ella fue gran amiga de Diego Rivera, posó para él y gran amiga de mexicanos muy sobresalientes de esa época y luego se fue a la guerra civil de España siguiendo a Carlos Vidalli, quien era el comandante del Quinto Regimiento y ahí ella fue enfermera e hizo con un médico canadiense, el Dr. Norman Betune, las primeras transfusiones de sangre en el campo de batalla para evitar la muerte muy rápida de los heridos, ya si les hacían esa transfusión era mucho más fácil transportarlos y salvarles la vida”, Elena Poniatowska, escritora.
La investigación sobre Tina Modotti llevó a Elena a Italia, a conocer a la familia de la fotógrafa y de ahí surgió la novela Tinísima, y aún con la ardua labor que implicó, ella confiesa que otra es su novela más querida.
“Creo que mi libro más querido porque a ella si la vi, si existió, si conversamos como estamos usted y yo ahora, es Jesusa Palancares, la protagonista de Hasta no verte Jesús mío, que era una lavandera muy pobre, lavaba arriba de los edificios, sobre la piedra esta acanalada, no había máquinas de lavar; oí su voz y me atrajo muchísimo todo lo que ella contaba a otra lavandera en otro lavadero al lado suyo y entonces la empecé a entrevistar”, Elena Poniatowska, escritora.
“De repente encuentra un atractivo en un cuarto de azotea y en el México popular, no sólo lo encuentra atractivo, sino que dignifica esas voces y los convierte en personajes admirables y fascinantes también; entonces Elena es de las pioneras en darle voz a ese México de otra manera ¿no? porque además con mucha gracia”, Adriana Malvido, periodista
Dice Rosa Beltrán, escritora y Coordinadora de Difusión Cultural UNAM, que ” durante muchos años, digamos antes del gobierno actual, Elena escribió desde la oposición, y esto habla de que tomó partido por las causas de los marginados, de los que no tienen recursos, de los que no tienen forma de manifestarse, y también escribió de los excesos del poder. Así que esto le garantizo, entre muchas otras de sus cualidades literarias, la simpatía de sus lectores”.
Todo esto la convierte en una escritora no distante, no de torre de marfil, sino en una autora de carne y hueso, de la que sentimos que hemos participado en muchos de estos años de sus noventa años.