La historia de los autocinemas inició en los años 30´s del siglo pasado, y luego de operar por aproximadamente 50 años, desaparecieron.
En esta nueva normalidad de pandemia, la gente se ha tenido que reinventar para no estar en riesgo, y después de 40 años de diversas formas de cine. Los autocinemas regresaron.
No solo ha sido un escape para el público, después de un largo encierro, sino también una posibilidad para que los artistas vuelvan a los escenarios de forma segura.
Se nos prendió el foco, y recurrimos a los autocinemas, tocamos las puertas, y pensamos que no nos iban a abrir, pero sí, nos abrieron y encontramos una forma segura de hacer ópera, porque la gente está en sus automóviles, los cantantes están cantando a distancia, no están haciendo escena, usan su cubrebocas, y la escena está en la película”, Oswaldo Martín del Campo, director artístico.
Ante esta propuesta artística, tanto Autocinemas Coyote, como Cinema Aire Libre, iniciaron una racha de cine conciertos, en los que la ópera y el cine renacen.
Esto es completamente un respiro, y nos da esperanza de que realmente, hay oportunidad, a pesar de las adversidades, de poder encontrar alternativas que nos permitan presentarnos ante el público y poder llevar un poco de arte, que también hace muchísima falta”, Ricardo Castrejón, tenor.
Este domingo 21 de marzo el público fue sorprendido con una doble función, presentando la clásica Nosferatu, y la ópera cómica “Giannis schicci”, de Puccini.
Escogimos estas óperas por su corta duración, duran menos de una hora, para que la gente la disfrute rápido”, agregó Martin del Campo.
Las funciones musicalizadas continuarán.
Consulte las carteleras en las páginas de Airelibre Coyoacán y Autocinema Coyote.