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Escritor aprovecha ChatGPT para presentación en la FIL Guadalajara

FOTO: FERNANDO CARANZA GARCIA / CUARTOSCURO.COM

El escritor español Jorge Gonzalvo le pidió consejos a ChatGPT, el famoso chat con inteligencia artificial, para presentarse en la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, en México.

En su conferencia “Inteligencia Artificial, escribir para leer”, la audiencia escucha cómo la famosa interfaz de inteligencia artificial (IA) generativa suelta tips mientras lee “Instrucciones para llorar”, el cuento de Julio Cortázar (1914-1984) que ofrece un método para desgranar lágrimas.

Le sugiere, entre otras cosas, respirar profundamente tres veces para controlar los nervios, provocando risas y fascinación entre el vasto público que asiste a la conferencia de Gonzalvo sobre la manera que usa la IA en sus talleres de escritura.

Atrapavientos, la asociación de fomento a la literatura que dirige este gestor cultural de 51 años, propone a sus alumnos escribir historias surgidas de la imaginación, para luego pedirle a ChatGPT que genere un relato con parámetros similares y compararlos.

“Las inteligencias artificiales generan contenidos, pero basándose en puras estadísticas. No distinguen entre realidad y ficción, y nosotros sí distinguimos entre realidad y ficción. Con lo cual es muy bonito porque al final la conclusión final que sacan ellos: ¿Caramba, sabes qué? Yo soy mejor, o escribo historias mejor que la inteligencia artificial”, detalló Gonzalvo. 

También los desafía a diferenciar textos creados por una máquina y una persona. Su objetivo es incentivar destrezas narrativas.

“En el caso de la creación literaria, gana por goleada la persona (…). Los textos más creativos y originales” son los que escriben los “chavales”, dijo el autor en el marco de la Feria del Libro de Guadalajara, la más importante en el mundo de habla hispana. La IA “no es una bola mágica, y además sí o sí necesita la intervención humana”, subraya.

También se equivoca

Mediante estos ejercicios, además, Gonzalvo demuestra que herramientas como ChatGPT suelen equivocarse, lo que a su juicio debería obligar a la gente a profundizar en su materia y generar pensamiento crítico. 

“Es como las ‘fake news’ (noticias falsas), no voy a creer todo lo que me dice. No estamos hablando del ámbito profesional o el ámbito comercial. Está muy claro que la inteligencia artificial tiene que ser regulada”, apuntó el escritor, favorable a un uso estrictamente educativo de este tipo de herramientas. 

Más allá de la parte educativa y lúdica del robot conversacional, Gonzalvo y otros otros actores del mundo del libro reconocen que hay inquietud en la industria por esta clase de aplicaciones.

“La inteligencia artificial tiene que ser regulada. Cosas tan concretas como la voz tienen que ser reguladas. Es decir, que uno no puedo usar la voz… es decir que igual que nosotros la podemos usar pero en un entorno educativo, y como para uso del disfrute, obviamente, uno no debería hacer eso fuera de ese entorno”, explicó Gonzalvo. 

El director de la Feria del Libro de Fráncfort, Juergen Boos, reconocía en octubre pasado preocupaciones por la propiedad intelectual de los contenidos o la falta de pago por los textos que alimentan los sistemas de la IA. 

Además, existe un debate sobre el uso de estas herramientas para generar contenido nuevo con fines comerciales.

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