Una réplica de una escultura de Edgar Degas y un bronce de Pablo Picasso batieron récords este jueves en una subasta de Christie’s de Nueva York.
La escultura “Cabeza de mujer (Fernande)” de Picasso fue el bronce más caro del artista jamás vendido en subasta, por 48,48 millones de dólares.
En tanto, la copia de “Pequeña bailarina de catorce años” fue vendida por 41,6 millones de dólares, el mayor precio en subasta por una obra del artista francés.
La obra original de Degas (1834-1917) está expuesta en la National Gallery of Art de Washington.
La escultura es un bronce con barniz café rojizo que representa con realismo y detalles una joven bailarina en su vestido de muselina, con una cinta en el cabello.
La copia rematada es una de las réplicas realizadas diez años después de la muerte del impresionista francés por el fundidor Adrien-Aurélien Hébrard.
Ello no impidió que se rompiese un nuevo récord para Degas. El anterior, alcanzado en 2015 en Londres, fue de 22,2 millones de euros y pertenecía a otra versión de la pequeña bailarina.
La escultura, que había sido tasada entre 20 y 30 millones por Christie’s, formaba parte de una docena de piezas de la colección de Anne Bass, empresaria estadounidense fallecida en 2020 y mecenas de varios grandes museos de Estados Unidos y del ballet de Nueva York. Además, fue esposa del multimillonario y heredero de un imperio petrolero en Texas, Sid Bass.
Todas las obras fueron expuestas en vida en su lujoso apartamento de la 5ª Avenida de Manhattan: entre ellas, dos cuadros del expresionista estadounidense Marc Rothko (1903-1970), cuyo “Untitled (Shades of red)” se vendió por 66,8 millones de dólares; y tres pinturas de Claude Monet (1840-1926). Su “El Parlamento, atardecer”, un óleo sobre lienzo oscuro pero luminoso, se vendió por 75,96 millones de dólares.