Una tableta de arcilla de 3 mil 500 años con un fragmento de la “Epopeya de Gilgamesh”, uno de los textos literarios más antiguos de la humanidad, fue devuelta este martes a Irak por Estados Unidos. En una conferencia de prensa en Bagdad, el ministro de Asuntos Exteriores entregó al ministro de la Cultura tres piezas devueltas por Estados Unidos y Gran Bretaña: la tableta de Gilgamesh, una cabeza de carnero sumeria y una tablilla sumeria.
La tableta de Gilgamesh es de gran importancia, es uno de los textos literarios más antiguos de la historia”, dijo el ministro de Cultura y Antigüedades Hassan Nazem.La “Epopeya de Gilgamesh” narra las aventuras de aquel poderoso rey mesopotámico en su búsqueda de la inmortalidad. Se afirma que la tableta con caracteres cuneiformes fue robada de un yacimiento arqueológico o museo iraquí en 1991, durante la Guerra del Golfo desencadenada tras la invasión de Kuwait. Nazem destacó el mensaje enviado a “todos los que contrabandean nuestras antigüedades y las venden en subastas internacionales”, afirmando que el destino de estas operaciones es la restitución. En un año, Irak recuperó cerca de 18 mil piezas, de las cuales 17 mil 899 tienen unos 4 mil años.
Este día representa una victoria frente a los intentos desesperados de aquellos que buscan robar nuestra gran historia y nuestra civilización antigua”, expresó el jefe de la diplomacia iraquí, Fouad Hussein.La tableta de Gilgamesh reapareció en el Reino Unido en 2001. Un comerciante de arte estadounidense la compró en 2003 a una familia jordana establecida en Londres. Posteriormente la envió a Estados Unidos sin precisar en la aduana la naturaleza del paquete y la vendió a un anticuario en 2007 por 50 mil dólares, con un certificado de origen falso. Finalmente fue vendida en 2014 por 1.67 millones de dólares a los propietarios del Museo de la Biblia en Washington. En 2017, un curador del museo se interesó en la procedencia de la tableta, juzgando los documentos suministrados en el momento de la compra incompletos, lo que dio lugar a su incautación en 2019. Irak sufre desde hace décadas el saqueo de sus antigüedades, especialmente después de la invasión estadounidense de 2003 y la llegada de los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI) diez años más tarde.