En la cosmovisión de los pueblos mayas prehispánicos y contemporáneos, las cuevas y los cenotes tienen un carácter ambivalente como lugares de vida y confines de muerte, accesos al inframundo y, a la vez, depósitos de los bienes y recursos que alimentan a la humanidad.
Las palabras anteriores, escritas por el arqueólogo Pedro Francisco Sánchez Nava (1951-2022) para el libro “Exploraciones del mundo subterráneo. Un acercamiento al gran acuífero maya“, fueron el punto de partida con el que autoridades del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y del Aspen Institute México dieron a conocer esta novedad editorial.
En el Museo Nacional de Historia, Castillo de Chapultepec, el director general del INAH, Diego Prieto Hernández, leyó el texto introductorio que escribiera Sánchez Nava, destacando los esfuerzos interdisciplinarios e interinstitucionales que en años recientes se han conjuntado para explorar, investigar y conservar el acuífero de la Península de Yucatán.
“Este patrimonio hídrico, geológico, paleontológico, arqueológico y cultural, en el sentido más amplio, tiene que comprometernos a todos”, destacó el antropólogo al señalar que en 2017 se iniciaron gestiones encaminadas a la conformación de los expedientes técnicos y requerimientos necesarios para que, a futuro, el acuífero sea reconocido como Patrimonio Mundial, por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Asimismo, indicó que, actualmente, la herencia cultural y natural del sureste mexicano –manifiesta en sitios arqueológicos como Paamul II o formaciones como las cuevas Ocho Balas y Garra de Jaguar– es investigada como parte de los trabajos que la Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el INAH llevan a cabo en el marco del proyecto prioritario Tren Maya.
Labor es la divulgación
En su intervención, el subdirector de Arqueología Subacuática del INAH, Roberto Junco Sánchez, destacó que, además de las acciones exploratorias, un componente fundamental de esta labor es la divulgación.
“Libros como el que hoy presentamos abordan temas complejos de la arqueología, pero lo hace de una manera amable que resulta comprensible y apta para todos los públicos”, apuntó.
Por su parte, el arqueólogo subacuático y editor del libro, Guillermo de Anda Alanís, explicó que los nueve capítulos de la obra –numeración que hace alusión a los niveles del inframundo maya– brindarán a las y los lectores un panorama completo acerca de las investigaciones pasadas y presentes que se realizan en el acuífero.
Al respecto, el director general ejecutivo del Aspen Institute México, dijo que “Exploraciones del mundo subterráneo. Un acercamiento al gran acuífero maya” es una suerte de obertura, ya que nos lleva desde el origen de la vida y los estromatolitos en los cuerpos de agua de Quintana Roo, hasta la época de los mayas y las exploraciones arqueológicas más recientes y avanzadas, tecnológicamente.
A partir de marzo, la información de cada capítulo estará disponible para su consulta libre en las páginas electrónicas del proyecto Gran Acuífero Maya y del AIM.