Ingobernable, curiosa y crítica, así recuerdan en redes sociales a Lourdes Grobet, la fotógrafa mexicana que murió hoy a los 81 años y que a través de su cámara captó, como nadie, la esencia del ser humano, del ser chilango, de los ritos y de la cultura popular.
Una vida como pocas, que fue reconocida hace unos días con la medalla Bellas Artes y que será homenajeada mañana en el Salón los Ángeles, con el desparpajo que la caracterizó.
El reconocimiento en Bellas Artes fue entregado por su trayectoria y todo tu trabajo comprometido con las diversas culturas de México.
Descansa en paz, guerrera.