Cultura

Fotografía como medio de denuncia, el trabajo de Sonia Madrigal Loyola

Vivir y trabajar en Ciudad Nezahualcóyotl, Estado de México, le ha permitido a la fotógrafa Sonia Madrigal Loyola (1978) explorar distintas narrativas visuales en su obra, a través de las cuales reflexiona en torno al cuerpo, la violencia y el territorio, principalmente de la zona oriente de esa entidad.

Al participar en el ciclo “Jueves fotográfico”, organizado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia, a través del Sistema Nacional de Fototecas, la artista visual habló sobre la producción de imágenes a partir de la exploración y visibilización de sus contextos y territorios, así como de la colectivización de procedimientos y experiencias generadas en su proceso creativo.

En la actividad transmitida por INAH TV, enmarcada en “Contigo en la distancia”, la activista explicó que, en 2009, decidió estudiar fotografía en el Faro de Oriente y, con ello, se reconectó con la calle y con su lugar de origen para hablar de lo que como mujer le interesa.

Como mujer, en el espacio público, vas cambiando y ajustándote, desde tu corporalidad, tu forma de vestir, el qué o no hacer, porque casi siempre se nos acusa a las mujeres de lo que nos sucede en estos lugares”, aseveró la fotógrafa.

Madrigal Loyola, quien ha participado en exposiciones nacionales e internacionales, y ha publicado su trabajo en medios neoyorquinos y británicos, afirmó que la fotografía y la calle la han hecho ser partícipe de su realidad.

La fotografía de calle y documental, la cual empezó a realizar con el proyecto sobre las poblaciones flotantes, titulado Tiempos muertos (2009-2019), nació cuando estudiaba en Ciudad Universitaria, al sur de Ciudad de México.

Hacía trayectos de dos horas de ida y otras de regreso, y me cuestionaba a quién le podría interesar esta historia; era importante hablar de lo que me incomodaba, del hecho de que mi vida estuviera en función del medio de transporte público”, describió Madrigal Loyola.

Respecto al trabajo “La muerte sale por el oriente” (2014-2020), explicó que en este proyecto habla de lo que le acontece a las mujeres en México, de los feminicidios y las violencias.

Era importante encontrar el medio de expresarme y ponerme en contacto con otras mujeres, principalmente con madres cuyas hijas fueron víctimas de feminicidios, para hablar, visibilizar y denunciar lo que está sucediendo”, señaló la fotógrafa.

La propuesta en la que Sonia Madrigal aborda este tipo de violencia se sustenta en tres ejes:

 

  1. Documentación fotográfica de iniciativas y manifestaciones realizadas por madres y familiares de víctimas.
  2. Intervención del territorio colocando una silueta de mujer hecha de espejos en zonas vulnerables para las mujeres.
  3. Una cartografía digital de casos de feminicidios en esa entidad.

 

Expuso que al investigar encontró varios casos documentados de mujeres asesinadas en el territorio mexiquense, concentrados en los municipios de Ecatepec, Chimalhuacán y Nezahualcóyotl, y analizó la manera en que los medios los abordaban desde la nota roja, en los cuales se revictimizaba y culpabilizaba a las mujeres después de ser asesinadas.

La fotógrafa consultó a Ivonne Ramírez, activista de Ciudad Juárez, Chihuahua, quien realizó el proyecto “Ellas tienen nombre”, un mapeo de los casos de feminicidio en aquella región, para poder retomar el modelo y aplicarlo en el Estado de México. Después contactó a María Salguero, autora del mapa nacional de feminicidios, y a Helena Suárez, quien hizo el relativo a Uruguay, para realizar la base de datos.

Empecé a hacer la intervención con la silueta de espejo, colocándola en el espacio público, en lugares como el Canal de la Compañía, por donde diariamente transitaba y se han hallado cuerpos de mujeres asesinadas. Así, empecé a participar registrando fotográficamente los sucesos, y de manera más activa me relacioné con el activismo y las colectivas”, explicó Madrigal Loyola.

Sonia Madrigal también ha realizado acciones colectivas de memoria con artistas y perfomanceras como Lorena Wolffer, Yolanda Andrade o Nirvana Cerrucha, ya que, para ella, asumirse como feminista ha sido todo un proceso.

Por último, mencionó que también es parte de FEMap: Fotógrafas en el mapa, sitio electrónico en el que cualquier artista de la lente, de cualquier parte del mundo, puede mandar sus trabajos y ser incluida en esta carta mundial que puede ser consultada en: fotografasenelmapa.org.

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