En la Sala Manuel M. Ponce, del Palacio de Bellas Artes, cinco personas al medio día, rindieron homenaje al periodista, historiador, escritor y catedrático, Fernando Benítez a 23 años de su partida.
La Fundación Dr. Ildefonso Vázquez Santos con sede en Monterrey, dedicada a la preservación de patrimonio documental, custodia el acervo artístico y bibliográfico de Fernando Benítez a fin de mantenerlo vigente.
“Y puedo con orgullo decir que las generaciones regiomontanas conocen ya más de Benítez que el resto de generaciones del país’’, aseguró el fundador de la Fundación Ildefonso Vázquez S. Jorge Vázquez González.
La periodista Mónica Mateos dio cuenta de Benítez como docente, al haber tomado clases con él, recordó que su instrucción invariable fue escribir siempre.
Escribir a toda hora incluso los días de descanso o durante las vacaciones porque solo así lograrán pulir su pluma, volverla veloz, certera’’ dijo la periodista Mónica Mateos.
Prolífica carrera en torno a cuestiones culturales de la que Juan Villoro destacó un aspecto.
Así, Benítez se ocupó de una zona olvidada de nuestra cultura e inició la edición de los cinco volúmenes de los indios de México.
Nunca pretendió generar un análisis académico. Su propósito, sencillo y radical fue acompañar a los indios y como ejemplo citó la descripción de Benítez del rostro de un indio encarcelado’’ consideró el escritor Juan Villoro.
Asimismo, dijo que, en realidad, no se trataba de un rostro, “su forma, su piel, sus ojos se desvanecían en la oscuridad de la celda y toda la luz del exterior se concentraba en la boca abierta o mejor dicho en la doble hilera de los dientes”.
Fernando Benítez que tanto dedicó a los indios de México, poseedores de lenguas diversas que les dan identidad, concluyó su vida un 21 de febrero, día dedicado a la conmemoración de la lengua materna.