La Plaza Guerrero mostró de nuevo las coloridas letras del Hay Festival.
De regreso a la modalidad presencial, las y los escritores destacan como herencia de la pandemia la proliferación de clubes de lectura.
Me encanta el encuentro con ingenieros, administradores de empresas, amas de casa con enfermeras, médicos, digamos que me permiten ver”, comentó Pilar Quintana, escritora.
Cómo leen en general personas que no tienen bagaje literario cuya profesión no es ser escritor o no ser periodista del mundo de la cultura”, agregó.
Por su parte, la escritora Liliana Bloom dijo que se vuelven como familias.
Nos echamos a veces sesiones de unas dos horas y se vuelve algo como muy interno yo siempre siento que estoy con amigos a la hora que voy a los clubes”, mencionó.
Pues de alguna manera te reivindica un poco como escritor el que notes ese interés y te enriquece mucho el poder abrir ese diálogo con tantos lectores”, indicó Antonio Ortuño, escritor.
Muñecas otomíes de trapo y puestos de objetos tricolores con motivo del mes patrio, acompañaron el tránsito del público en Querétaro hacia el Teatro de la Ciudad y la Cineteca.
La sana distancia, un requisito y la exposición de ideas, una constante, en más de 100 actividades con participantes de 19 países.
Así se vivió el Sexto Hay Festival.